Clarín
En Argentina tienen un nuevo tipo de fiesta: Los falsos matrimonios. Los eventos consisten en replicar una boda real, teniendo todos los elementos distintivos del vínculo entre dos personas, incluyendo el juez, los invitados y las vestimentas.
Al final nadie se casa realmente, pero la fiesta se vive como una verdadera. Los únicos requisitos para ir es vestirse de gala y disfrutar.
La idea nació de un grupo de amigos argentinos que ya estaban cansados de esperar que uno de sus conocidos contrajera matrimonio, por lo que decidieron inventarlo.
“Al no ser amigos del colegio, ni de un club en común, jamás hubiésemos tenido una fiesta de casamiento juntos. Sólo existía esa posibilidad si alguno de nosotros lo hacía. Entonces decidimos armar la propia, teniendo la libertad de poner y sacar lo que nos gusta de una típica boda, pero sin casarnos”, contó al diario Clarín, Martín Acerbi, uno de los impulsores de esta moda.
¿Quiénes se casan? Se contratan actores exclusivos para la ocasión. La simulación empieza desde la recepción, el ingreso de la novia, la barra libre, hasta las tandas de bailes.
Cada boda tiene una historia única. La primera constó en que el “novio” fue abandonado por su futura mujer, minutos antes de dar el “sí, quiero” y decidieron igual hacer la fiesta para ahogar las penas.
Esta fiesta temática ya es de exportación y su tercera edición llegó hasta Rusia para celebrarse.
“La idea circuló de boca en boca y la hermana de uno de nosotros lo contó en Moscú, donde realiza performances de tango. El productor que recibió el comentario aceptó el desafío de hacer una Falsa Boda en su ciudad, por lo que viajamos hasta allá para realizar una ‘Fake Wedding’, que salió muy bien”, aseguró Acerbi al diario argentino.