Omar Williams López Ovalle
Aguascalientes, Ags.- Una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, declaro nula la elección del primer distrito electoral federal en el Estado, con el argumento de que la intervención del gobernador del estado, al usar un autobús con los logos del gobierno estatal, acompañado de funcionarios estatales y candidatos, por publicar en su cuenta de Twitter una imagen de una boleta marcada a favor del PRI, y comunicarlo a través de la televisora estatal, se violó el deber de neutralidad, al tratarse del titular del poder ejecutivo.
Así el Poder Legislativo Federal que recién se estrena ha previsto que la fecha para llevar a cabo la elección extraordinaria será el 6 de diciembre. Por su parte, el INE, aprobó ya el plan y calendario, así como la estrategia y capacitación para llevarla a cabo. El proceso tendrá una duración de 72 días -30 de septiembre al 11 de diciembre-, de ellos, 26 serán para campañas, y 17 para precampañas; el 24 de octubre se designara a los funcionarios de casilla, pero no se preocupe estimado lector, serán los mismos que se desempeñaron en la elección del 7 de junio. Ojo, del 26 de octubre al 5 de diciembre será la capacitación y simulacros, y del 25 al 27 de octubre se publicará la lista de ubicación de casillas.
La primera lección que nos deja la nulidad de esta elección -más allá de los nombres de los personajes involucrad, es que una campaña electoral adquiere el valor de testimonio en el que se ven reflejadas las grandezas y miserias de la democracia moderna. Es a través de una elección, donde sale la versión antropófaga de los políticos profesionales o no, una crítica indiscriminada hacia el oponente, con tonos que muchas veces rayan en evidenciar hasta la saciedad los errores humanos y a veces hasta familiares del contrincante y ensalzando en alabanza a lo propio.
En esta sensación de parecer estar en una guerra, llena de descalificaciones, juicios hacia el contrario, respecto de lo que se ha hecho, no ha hecho, hecho a medias, en la vida pública, que tal parece que el objetivo solo es apabullar, sin muchas veces ofrecer o proponer algo a la ciudadanía.
La segunda lección que nos deja, es la necesidad de cambiar las formas de hacer política desde el gobierno, pues si bien los gobernantes en turno por tradición siempre quieren colocar a personajes a fines, e intervenir con su figura en la ciudadanía, no menos cierto es que las reglas del juego electoral, tienden a reflejar reglas democráticas reales –elecciones libres y competitivas- y no simular regímenes autoritarios que bajo verborrea aspiran falsamente a querer darle el tinte de legitimidad democrática.
La altura de miras para este 6 de diciembre, nos ofrece un gran reto para Aguascalientes, ya que al ser el único distrito donde se anuló una elección en los pasados comicios, más allá de la comidilla de la que somos objeto, se mandó un mensaje negativo a favor de la democracia local, comicios extraordinarios a los que se suma el ingrediente de los tambores de guerra interna entre los partidos políticos, y sus grupos por tener nombres en las próximas boletas del año 2016.
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