Desaparición

El Clarinetero

Aguascalientes, Ags.- El jueves pasado se vivió al interior del pleno del Congreso del Estado un acto más de total incongruencia.

El protagonista principal de esa situación fue el presidente de la mesa directiva del actual periodo ordinario de sesiones, el priísta, Luis Fernando Muñoz, quien al parecer pertenece al grupo político de Lorena Martínez Rodríguez.

Este grupo planteó una estrategia consistente en exhibir las decenas de observaciones no solventadas por parte de las cuentas públicas del panista, Antonio Martín del Campo en donde sobresalen el no ejercicio de mil millones de pesos en obra pública además de que tiene que resarcir 186 millones de pesos.

Las diputadas “lorenistas“, María de los Angeles Aguilera del PRI y Anayeli Muñoz Moreno, del PVEM subieron a tribuna a señalar con lujo de detalles estas cuestiones, ante la indiferencia de la bancada panista que no defendió un ápice al alcalde de la capital emanado de su mismo partido.

Posteriormente, subió, Muñoz López, quien fuera presidente del tricolor en los años 90,s y que ahora dice quiere volver a serlo, pero esa es otra historia. Cuando subió a tribuna, se desgarró las vestiduras, hizo gestos, manoteó, gritó y casi se desmaya del coraje porque acusó que “si Martín del Campo pretende gobernar al Estado, antes tiene que enseñarse a administrar los recursos públicos, porque no podemos soslayar (dijo), toda este serie de irregularidades en el manejo de las cuentas públicas….bla, bla, bla….“.

Sin embargo luego metió freno a su euforia y se acordó que su partido iba a votar a favor todas esas anomalías y con el argumento más pusilánime como el señalar que por “ser presidente de la mesa directiva“ tenía que aprobar las cuentas públicas de quien minutos antes prácticamente acusó de ladrón.

El tema obedece a que quien lo puso en la mesa directiva fue el inquilino de Palacio de Gobierno y como se sabe tiene gran cercanía con Martín del Campo, entonces quiso quedar bien con su líder moral, es decir Lorena Martínez y también con el que le puso en el cargo que ostenta actualmente al interior de la 62 Legislatura local.

Mejor se hubiera quedado callado y sentado, el tamaño del ridículo que hizo, exhibió a la política tal y como es: miserable, arrastrada, traicionera, doble cara….. en fin para qué decir más.

Así las cosas con el diputado, Muñoz López a quien algunos priístas presentes en la sesión le llamaron lo menos “sin pelotas“.