El Clarinete
Aguascalientes, Ags.- El ser atleta de alto rendimiento tiene sus ventajas, una excelente condición física es una de ellas, y sí es joven esta se incrementa, sin embargo en éste caso en especial se convirtió en una desventaja.
Nos referimos en particular a el caso Necaxa donde dos de sus jugadores están implicados en las severas lesiones que sufrió un estudiante de la carrera de Ingeniería en Agronomía del Instituto Tecnológico de El Llano.
La fuerza de los jugadores fue muy superior a la de sus rivales en una pelea que se dio bajo el calor de las copas, provocada por una falta de respeto hacia una jovencita que venía acompañada según se aprecia en videos de al menos cuatro jóvenes, la trágica madrugada del domingo 16 de agosto pasado.
Ello conllevó a las consecuencias que ahora se conocen. El estado precario de salud de Luis Mariscal López quien permanece en estado crítico en el hospital Hidalgo.
Mil veces deben estar arrepentidos tanto el charrúa, Luis Gorocito como Alejandro Molina de haber participado en esa reyerta.
Actualmente los dos jugadores se encuentran internados en el CERESO, y éste domingo se conocerá su situación jurídica.
Solo hay de dos sopas, la primera es que la juez de la causa, considere que dentro de la riña hubo lesiones dolosas con alevosía en contra del hoy afectado.
Sí es ésto, nada salvará de pasar al menos 12 años tras las rejas a los futbolistas.
En caso contrario éste domingo serán acusados de lesiones culposas en la pelea, con lo que alcanzarán el beneficio de la fianza.
Sin embargo nos enfocaremos en su situación deportiva; de la cual les anticipamos que ésta prácticamente se terminó. Al menos en México no volverán a jugar en el balompié de paga.
La cuestión es simple ¿Qué equipo de futbol profesional buscará contar con los servicios de los jugadores que están ya etiquetados como agresores? La respuestas es más fácil; ninguno.
A menos que algúna institución busquenprovocar escozor entre sus aficiones los contratará. Lo que es un hecho es que tanto Gorocito como Molina ya tienen un estigma que buscarán a toda costa que la ciudadanía de Aguascalientes y el resto del país olvide lo más pronto posible, lo mismo que ellos estarán obligados a reflexionar sobre el asunto que cambió sus vidas y la de otros para siempre.
Las edades de los jugadores son del uruguayo 22 años y del nativo de Ensenada, Baja California es de 27 años. Sí se les condena a la pena máxima por el delito del que están acusados, los 12 años y fracción tiempo con el que automáticamente acabará con sus carreras de futbolistas.
En caso contrario, sí salen libres bajo caución, seguirán el proceso judicial en libertad, pero como señalamos arriba, será prácticamente un milagro o un gran yerro sí algún equipo en nuestro país los vuelve a contratar. Por lo que sí mañana salen libres tendrán que buscar empleo en otra nación y aún así quien sabe sí los contraten por esta situación.
Por ahora lo más importante para ellos es que Mariscal López pueda recuperar con la ayuda de los médicos la salud que tenía hasta antes de las 3:15 horas del domingo pasado. Para que tengan un cargo menos de conciencia, estén o no libres.
La responsabilidad jurídica es un tema aparte.