42 años de la noche perfecta en el Parque Romo Chávez

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- En el beisbol, el sueño dorado para un lanzador es completar un juego de nueve entradas retirando en orden a los 27 rivales del equipo contrario.

En México, esto solamente ha ocurrido tres ocasiones dentro del circuito profesional de verano: una de ellas en el parque Alberto Romo Chávez, de esta ciudad.

La noche del 12 de julio de 1978, el serpentinero Horacio Piña, de los Rieleros de Aguascalientes, concretó el segundo juego perfecto en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol, retirando al hilo a todos los bateadores que enfrentó.

En aquella ocasión, la Máquina Rielera se impuso por pizarra de 3-0 a los Diablos Rojos del México. Pero más allá del marcador, el llamado Ejote fue quien se agenció un sitio en la historia del béisbol mexicano.

Según declaraciones que ha ofrecido Piña en diversas ocasiones, no se había dado cuenta que estaba lanzando juego perfecto hasta la séptima entrada. Incluso, algunos hijos de sus compañeros que estaban en el dugout se lo hicieron notar; pero trató de mantener la concentración.

Los últimos tres outs serían una rola de Abelardo Vega, una línea de Sergio Robles y al final ponchando al paracorto Antonio Villaescusa.

Entonces habían pasado 25 años del único antecedente similar. Cuando en 1953, el pitcher potosino Ramiro Cuevas lanzó un juego perfecto en el antiguo Parque Delta, de la Ciudad de México.

La última hazaña ocurrió en agosto de 2005, en el parque Kukulcán, de Mérida, a cargo del zurdo Oscar Rivera.

La noche perfecta del parque Alberto Romo Chávez motivó luego a todo el cuadro de Aguascalientes, integrado por peloteros como el parador en corto Francisco ‘Chico’ Rodríguez, el jardinero Gonzalo Villalobos y el catcher Clemente Rosas, que llevaron a la Máquina hasta el campeonato de la temporada de 1978.

El único banderín hasta el momento que ha ganado Aguascalientes en el beisbol profesional.

*Foto cortesía Multimedios.