Excelsior
CIUDAD DE MÉXICO.- Imagina que estás en el patio de tu casa y de repente un dron aparece, no sabes si está tomando fotos, video o sólo se encuentra de paso; sientes tu intimidad violada y lo primero que quieres hacer es que desaparezca.
Algo así le ocurrió a Meredith William, un estadunidense de 47 años de edad que decidió tirar un dron a balazos por sobrevolar su propiedad justo cuando su hija se encontraba en la piscina; debido a su conducta fue detenido por la policía.
Según la consultora MarketsandMarkets, el valor de mercado de drones será de 5.59 mil millones de dólares para 2020.
Ante esto, las autoridades tienen que tomar cartas en el asunto y están adoptando una serie de sistemas antidrones para mantener protegida a la población no sólo de gente que espía, ya que un dron fácilmente podría cargar una bomba o trasportar un paquete de droga.
Los métodos
Roberto Hernández, fundador de Drones México, indicó que el método más común para “bajar” un dron son las pistolas que lanzan una señal que inhabilita al artefacto. “Comúnmente vemos este sistema para eventos masivos, por ejemplo un partido en un estadio y así evitar que se grabe o se tomen fotos”, explicó en entrevista con Excélsior.
La firma Batelle desarrolló el “DroneDefender” para proteger zonas estratégicas, como embajadas o prisiones. Es una pistola que pesa 5 kilos, tiene un alcance de 400 metros y emite una ráfaga de energía electromagnética para neutralizar la comunicación del dron y quien lo controla.
La policía japonesa ha encontrado otro método para mantener el orden, ya que en el último mes implementó una división llamada “interceptores de drones” que patrullan la ciudad de Tokio. Se trata de varios vehículos aéreos manejados por personal entrenado que con una red captura a los drones sospechosos o que estén realizando actividades ilegales.
En México
Hernández consideró que este tipo de sistemas antidrones se mantendrá en manos de las autoridades en México, quienes seguramente ya cuentan con alguna solución para usar sobre todo en eventos masivos.
“Seguramente no se verá como algo comercial, no habrá gente común usando estos sistemas en las calles porque se trata de algo que no es accesible para todos”, indicó.
También afirmó que en México hay una preocupación por la privacidad y el papel de los drones, pero no tan marcada como ocurre en Estados Unidos donde la gente los llega a bajar a balazos.
En su opinión, la industria de drones está más enfocada en la regulación y en analizar la viabilidad de adoptar medidas de otros países.
“En México es muy difícil cuantificar cuánta gente tiene un dron, por eso tenemos un proyecto a largo plazo para hacer un padrón y empezar a conocer a la industria más a fondo”, reveló.