Andrea Paz/Cultura Colectiva
@callateandy
México, D.F.- Cuando algo o alguien va en contra de lo establecido y con su sola presencia nos hace ruido tanto visual como intelectualmente, la primer reacción es intentar ignorarlo, no darle espacio para que se exprese y provoque una “revuelta” en el orden establecido; si eso no funciona entonces algo o alguien más grande lo adopta para que se vuelva un producto de las masas y convierte sus ideales en una moda; si tiene una influencia lo suficientemente notable, entonces su importancia quedará marcada en algunas generaciones para traspasar el tiempo. Así sucedió con Caifanes.
La banda explotó de forma impresionante desde sus inicios y aunque originalmente fue rechazada por las disqueras debido a su estilo y vestimenta, capturaron la atención de Oscar López, productor de Miguel Mateos, cuando Caifanes fueron teloneros en una de sus presentaciones en la ciudad de México.
Su origen es ya bien conocido; de las cenizas de la breve trayectoria de Las Insólitas Imágenes de Aurora conocimos a Saúl Hernández, Alfonso André y a Alejandro Marcovich quienes junto a Diego Herrera y Sabo Romo formaron Caifanes.
La banda, siempre liderada por Saúl Hernández, marcó no sólo la esencia del “Rock en tu idioma”, sino la historia musical en México, pues con sus canciones le dieron validez a un movimiento emergente del rock a finales de los ochenta.
Con su álbum debut nutrieron lo que hoy conocemos como un cancionero popular mexicano porque tenía lo mejor de todos esos grupos mexicanos que se formaron en la calle y que siguen siendo determinantes para definir la identidad del rock mexicano. Basta decir que hicieron que rockeros puristas se acercaran a ritmos distintos como la cumbia con “La Negra Tomasa” y expandieron su sonido con “La Célula Que Explota”, tema que se convirtió en un himno con el que capturaron a toda Latinoamérica.
Caifanes fue la primera gran banda de rock mexicano que incluso parecía tributo a algunas otras, entre ellas The Cure, por supuesto, pero que no era para nada como El Tri. Fueron, sobre todo, una gran promesa que se concretó con una valía de culto.
Incontables son las veces que se han ido y regresado, y parece que son incontables porque siempre han estado sonando en alguna fiesta, en algún iPod, en listas de “lo mejor de….” y aún así, sin importar cuántos años pasen, siguen sonando a algo original, nos dejan saborear la luz de una época que fue oscura y son sobre todo atemporales.
Estas frases, tengas los años que tengas, seguirán teniendo enormes significados.
“Somos como gatos en celo, somos una célula que explota y esa no la paras”.
“No creas que no me he dado cuenta de que miras otros cuerpos, de que juegas con otras sombras, que te esfumas cuando oscurece”.
“El amor es temporal que todo te puede pasar y de repente estás muy solo”.
“Hay gente que no ladra pero te exprime el alma. Hay gente que te odia pero te lame las manos”.
“Cuántas veces he querido salirme de la ruina del cuerpo y despertar en tus ojos”.
“Muchos años uno cree que el caer es levantarse y de repente ya no te paras”.
“Hace tiempo me dijeron que aquí no pasa nada, que todo está guardado para que no le pase nada”.
“Embrújame, volvámonos eternos”.
“Qué tristes senos tiene Carmela, el silicón le ha roto el corazón y ahora llora, como Ernesto,
que se ha castrado por falta de amor”.
“Hay veces que no dejo de soñarte, de acariciarte hasta que ya no pueda”.
“Mientras te beso entre incendios te abrazaría para salirnos con el humo”.
“Hombres y mujeres lloran por un amor que nunca tuvieron”.
“Encima de mi piel te guardo el aire que no hace daño”.
“Cuando me muera y me tengan que enterrar quiero que sea con dulces y no con piedras por si alguna vez me buscas”.
“Hay gatos que no mueren, le dan la vuelta al cielo”.
“No creas que por estar encerrado aquí, no estoy pensando en ir por ti y llevarte lejos muy lejos hasta que nadie se acuerde de ti”.
“Sabes la pasión es cruel no le importa lo que sufras ni le importa lo que llores, lo que importa es sangrar”,
“Hay un alma que fue preñada, sufrió el engaño de tus sueños, anda buscando dónde esconder su mortal herida”.