Redacción
México, D.F.- Después de permanecer prácticamente inamovible durante 2015, el precio promedio de la tortilla a nivel nacional comenzó a subir en este año, revelan reportes oficiales. La tortilla concentra 8.3 por ciento del gasto en alimentos de los hogares mexicanos, muy por encima del 5.4 y 5.3 por ciento que destinan a la leche y refrescos, o del 4.4 y 4.3 por ciento para pollo o bistec, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Sistema de Información e Integración de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía revela que la tortilla aumentó hasta más de un peso por kilo en tortillerías tradicionales en 14 de las 56 ciudades y zonas urbanas que revisa. Las alzas empezaron desde hace unas semanas, informaron organizaciones del sector, pero apenas comenzaron a reflejarse en los reportes oficiales de febrero.
La causa no es otra que el encarecimiento de la tonelada de maíz, pues de venderse a 3 mil 600 pesos a principios de año se disparó hasta 4 mil 500 o 5 mil 500 pesos, según la procedencia del grano (si es de Sinaloa, Durango o Jalisco) y el estado donde se comercialice.
No hay escasez de maíz; la producción fue satisfactoria, pero, como siempre, las grandes empresas ligan el precio al mercado de Chicago, pero ahora se disparó más con la devaluación del peso, aseguró Antonio de la Torre, dirigente de la Unión Nacional de Industriales de la Masa y la Tortilla.
En Durango, la tonelada de maíz de Sinaloa se incrementó 44.7 por ciento en lo que va del año, de acuerdo con De la Torre. En Querétaro estamos pagando 600 pesos más por tonelada que en diciembre, comentó a su vez Baltazar Bonilla, integrante de la Federación de Productores de Masa y Tortilla de esa entidad. Nosotros traemos un sobreprecio de 800 pesos porque el maíz subió de 3 mil 700 a 4 mil 500 por tonelada, señaló a su vez Arturo Solano, de Grupos Unidos de la Masa y la Tortilla de Jalisco.
En cuanto a la tortilla, los aumentos detectados por el SNIIM oscilan entre uno y 12 por ciento. Destacan las alzas de Campeche, de 14.50 a 16.25 pesos el kilo (12 por ciento); Tapachula, de 12 a 13.33 pesos (11 por ciento); Piedras Negras, de 14 a 15 pesos (7.14 por ciento), y la Paz, de 14.25 a 15.25 pesos ( 7 por ciento), todo según precios promedios. En menor proporción también hubo aumentos en Mexicali, Saltillo, Puebla, Ciudad Obregón, Villahermosa, Ciudad Victoria, Coatzacoalcos, Xalapa, Mérida y zona metropolitana de Puebla.
Aseguraron que la mayoría de las tortillerías han absorbido dicho incremento, algunas por contar con reservas de grano o harina de maíz. No obstante, aunque no se ha generalizado un aumento en la tortilla, varios negocios ya han tenido que hacer ajustes de 50 centavos o un peso.
No es tan fácil aumentar el precio, primero porque se inhibe la venta o se pierde clientela, pero también porque en lugar de vigilar a las grandes empresas productoras y comercializadoras de maíz y harina, el gobierno siempre se va contra nosotros a través de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), y ahora también con la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), comentaron.
La tortilla ha mostrado un incremento acumulado de 92.9 por ciento en su precio entre 2005 y 2015, según la Cofece. En enero de 2006, en plena crisis de la tortilla, el gobierno federal encabezado entonces por Felipe Calderón, prácticamente oficializó un aumento de 40 por ciento al acordar con organizaciones y empresas del sector que se vendiera a 8.50 pesos, en contraste con los 6 pesos que costaba un mes antes.
La Cofece y su antecesora, la Comisión Federal de Competencia (CFC), han emitido 17 opiniones sobre concentración e iniciado 12 investigaciones por prácticas monopólicas en el mercado de la tortilla entre 1996 y 2010, de las cuales 10 derivaron en sanciones. Muchos de esos casos fueron porque autoridades municipales imponen distancias mínimas para establecer tortillerías o se prohibía el reparto a domicilio.
La investigación más reciente se relaciona con el aumento de precios y concluyó en 2012 con una multa por un millón 766 mil 386 pesos a líderes como Lorenzo Mejía y otros de la Unión Nacional de Industriales de Molinos y Tortillerías, porque en 2010 anunció que se vendería a 12 pesos el kilo en el Distrito Federal, lo cual fue considerado un acto monopólico por el organismo.