Yucatan al Minuto
Una historia conmueve las redes y es la vida de James, un niño con autismo, que cambió drásticamente luego de que conoció a “Mahe”, un perro labrador negro, quien se ha convertido en su mejor compañía.
“Mahe es su mejor amigo, lo es todo para él”, explicó Michelle, la madre de James, quien no puede hablar y rehuye todo contacto con su familia, incluso el visual, pero su relación con “Mahe” es completamente diferente.
El pequeño puede juntarse alegremente con Mahe y el vínculo que tiene con él es tan fuerte, que el hospital infantil de Wellington permitió el ingreso del animalito cuando James fue a realizarse unas pruebas que le causan ataques.
James salió de los exámenes anestesiado y “él (Mahe) solo podía mirarlo fijamente, con verdadera preocupación”, cuenta Michelle y mientras ella esperaba a que el escáner terminara de examinar a su hijo, Mahe se sentó a su lado para calmarla.
Michelle asegura que la vida de la familia entera cambió cuando Mahe llegó, “no podíamos ir ni a tomar un café. James se ponía muy nervioso y quería irse inmediatamente. Pero cuando Mahe llegó James se sentaba ahí esperando a que termináramos nuestros cafés”, explica.