“No negocien con -crucificadores- de México: Papa Francisco a jesuitas

Excelsior

CIUDAD DE MÉXICO.- El papa Francisco encomendó a la comunidad Jesuita del país seguir trabajando por la dignidad de las personas y grupos vulnerables de México, y que no negocien con los que “crucifican” a estas personas.

En un foro organizado por el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (Imdosoc), el sacerdote jesuita Sergio Cobo González citó parte del mensaje que el Sumo Pontífice les envió con el socio provincial jesuita Carlos Cervantes.

(Francisco) nos dijo: sigan trabajando en derechos humanos y no negocien con los crucificadores de este pueblo… nos sabe algo o nos habla al tanteo (risas)”, comentó.

Cobo González reconoció que en la reciente visita del obispo de Roma hubo reuniones pendientes, como con los padres de familia de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa; sin embargo, justificó que el Papa no quiso hacer diferencias.

“Pasta de Conchos, los 52 periodistas asesinados, 49 sacerdotes asesinados, estudiantes de Tierra Blanca, 12 zonas indígenas afectadas por mega proyectos, Acteal, migrantes asesinados, 27 mil desaparecidos, movimientos, Católicas por el Derecho a Decidir, todos querían que los atendiera y con mucha razón.

“Mireles, los de las autodefensas, Las Patronas, Barzón… era mucha la cantidad de gente que pedía hablar con él. Yo sí creo que los 43 era el grupo emblemático, pero también es cierto que había otros grupos que querían verlo”, dijo.

Enfatizó que “lo dramático es que esos grupos sienten que no están siendo escuchados por las autoridades; esa es la bronca y por eso querían hablar con él; que no iba a venir con magia o no quiso mencionar… es discutible, pero el dato fuerte es que la gente no se siente escuchada, a veces ni por sus pastores”.

Al respecto, el vaticanista Andrés Beltramo, quien participó en la mesa de análisis mediante videoconferencia desde Roma, dijo que la negativa de los familiares los 43 estudiantes de asistir a la misa en Ciudad Juárez que celebró el Pontífice el 17 de febrero evidenció una doble intención, y parte de la división interna entre grupos de víctimas de violencia en México.

“Al Papa le llamó la atención el enfrentamiento y división interna de los que pedían verlo… él no ignoró el problema, porque habló de la violencia, habla de la Virgen de Guadalupe y sus hijos arrancados a las madres, asesinados.

“El Papa invitó a estos grupos a la misa de Ciudad Juárez, entonces lo que vimos fue una disyuntiva de estos grupos, porque la pregunta es: ¿estos grupos buscaban una bendición? El lugar más ideal para recibir una bendición qué mejor que una misa, donde el Papa había mostrado la voluntad de poder acercarse a saludarlos, hasta una bendición directa.

“Ahora, si hay una negativa a la bendición porque no hay un encuentro privado, un encuentro privado que no sea una bendición seguramente es un encuentro que busca algún tipo de apoyo, sostén, adicional al soporte espiritual. Es ahí donde seguramente entran en conflicto la voluntad del Papa y la voluntad de quienes buscaban estos encuentros”, explicó el periodista y corresponsal en el Vaticano.