Alertan por ‘hashtags’ que impulsan la pedofilia en las redes

La Silla Rota

CdMx.- La fotografía ha sido retuiteada más de 21 veces y 68 usuarios de Twitter la han puesto entre sus favoritas… la protagonista viste falda de una escuela secundaria y tiene cara de quinceañera.

Desde hace algunos días esta imagen se ha convertido en parte de la campaña en redes sociales #legalicenalasde16.

@sensuale_mx ha subido la imagen, aunque no es la única, pues también ha cargado en su time line otras fotos acompañadas de hashtags, como #PutiPobres, #PrincesaSensual, #Putimorrita, #Putiernas, #Pobrezafilia y #Colegialas.

Tampoco se trata de la única cuenta que lo hace, también lo hacen @fotoscaseras502, @dragonnegro36 (con más de tres mil 400 followers) y @indecentexx (con más de dos mil 300 seguidores); ésta última cuenta incluso ofrece “si llega a los 20 favs habra mas de jessica (sic)”. Asegura que todas las imágenes son “aportaciones”.

A @FracasadoSexual le suspendieron su cuenta hace poco, aunque también se dedicaba a intercambiar fotos y videos por Mensaje Directo, algunas imágenes incluyen mensajes como “Feliz cumpleaños”.

El origen de la campaña
El fenómeno no es nuevo y prácticamente ha pasado desapercibido. Consiste en tuitar o postear la imagen de una chica con apariencia de menor de edad y poner el hashtag #legalicenalasde16.

Rubén Vázquez tiene clara la anécdota, la campaña comenzó de la manera más fortuita, con un joven de look punketom, quien durante una manifestación sacó una cartulina naranja en la que escribió: “Legalicen a las de 16”.

“En realidad fue algo fortuito y seguramente como una broma, pero en el contexto social en el que vivimos en México la viralización de un mensaje de esta índole toma dimensiones peligrosas”, considera Rubén Vázquez, experto en redes sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

La foto a la que se refiere fue tomada el 20 de noviembre de 2014, durante una de las manifestaciones más violentas de las que se tenga memoria en la Ciudad de México. La tarde de aquel día jóvenes encapuchados se liaron en una batalla campaña cerca del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con granaderos de la policía capitalina.

Por la noche, una vez que terminó el mitin de los familiares de 43 jóvenes normalistas desaparecidos en Iguala a finales de septiembre de ese mismo año, otros encapuchados quemaron la puerta mariana de Palacio Nacional. El saldo fue de 11 detenidos.

Richie –así se llama el joven autor de la foto aquella tarde– aprovechó para cargar una imagen en sus redes sociales en la que insinuó despenalizar las relaciones sentimentales de adultos con menores de edad. LA SILLA ROTA solicitó una entrevista con él, aunque hasta el momento no ha recibido respuesta.

Juan Martín Pérez, presidente de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) asegura que este tipo de campañas (#Legalicenalasde16) guardan detrás un tipo de violencia sexual al que las y los jóvenes prácticamente se han acostumbrado en la era digital.

“No es exclusiva de México, sino que este tipo de campañas forman parte de la región que incluye a otros países como Perú. Varias de las cuentas que la promocionan son del Estado de México, no es fortuito que sea en esa entidad donde tenemos el número mayor de desapariciones en mujeres menores de edad”, lamenta.

El lunes 07 de marzo, Mick Moran responsable de la unidad de Crímenes contra Niños de Interpol, denunció que cinco millones de personas intercambian imágenes pedófilas de aproximadamente 50 mil niños víctimas.

Otro dato: de 2000 a 2014, la presencia de niños y niñas en sitios de pornografía creció 80%.

A mediados de 2014, la Procuraduría General de la República (PGR) informó de la detección de 12 mil 300 cuentas de Internet que desde México distribuyen fotos y videos que exhiben a niños explotados sexualmente.

Las cifras fueron en aumento desde 2010, cuando se descubrieron 580 cuentas; en 2011 tres mil; en 2012 siete mil y en 2013 más de 12 mil sitios de distribución de pornografía infantil.

Estos números al país como el primer lugar mundial en difusión de pornografía infantil, según la Organización de Naciones Unidas. Datos del Departamento de Seguridad de Estados Unidos indican que en México este delito genera $34 mil millones anuales.

Aunque el cálculo aún es conservador, asegura Juan Martín Pérez, de la Redim, quien calcula que son hasta 80 mil los sitios web que cometen este delito contra los menores de edad.

“La policía cibernética no los rastrea. Estamos viendo una omisión de las autoridades que lo dejan en el ámbito de lo privado y considerar que son juegos o modas. Tenemos un crecimiento muy importante de usuarios de internet entre adolescentes, pero no hay políticas encaminadas a la alfabetización digital para que entiendan los riesgos que significa entrar en la red”, explica el defensor de los derechos de los niños en una llamada desde Ginebra, donde participa en un foro en la materia.
Casos
El pasado 22 de febrero, a través de Facebook fue denunciado un hombre que abusa de al menos cinco menores de edad. Una de ellas con uniforme escolar.

La denuncia fue acompañada de un video que dura un minuto y 39 segundos y en el que se identifica al presunto abusador de menores como Marcial Navarrete, quien operaba desde su casa en Toluca, Estado de México.

Aún con estos datos, a mediados de febrero de 2015 Amanda Herrera y Austin Delbeck, dos jóvenes usuarios de Facebook, organizaron un grupo para marchar por la legalización de las de 16.

“El objetivo de esta marcha es que sea legal mantener una relacion (amorosa o sexual) con mujeres u hombres de 16 años en adelante. Socialmente ya está siendo aceptada esta idea, pero aun falta que la ley lo permita (sic)”, decía la invitación 561 usuarios dijeron que asistirían.

“Camara banda!! Inviten a más gente, es por una buena causa y vale la pena luchar por esto.”, llamaba Austin Delbeck, pero el evento convocado para el 4 de marzo no se realizó. Los jóvenes organizadores tampoco han respondido a las peticiones de entrevista hechas por La Silla Rota.
La prueba de amor
Dylan –así pide que le llamen– comenta “en corto” que las fotos le llegan a su Whats, que sus compañeras se las envían para cotorrear o para erotizar. Aunque en otras ocasiones, las imágenes más atrevidas se las mandan como prueba de amor.

“Una chava sí, del segundo B. Le dije que si sí me quería me mandara una foto acá, chida. Como una semana se tardó, pero me la mandó, nomás me enseñaba lo de arriba. Ya la borré de mi cel, pero deja se la pido a uno de mis valedores de la secu, porque se la pasé”, contó.

Juan Martín advierte que con la llegada de internet las cosas han cambiado en un abrir y cerrar de ojos. Incluidas las pruebas de amor entre los adolescentes.

“El sexting forman parte de estas prácticas adolescentes en el que las pruebas de amor ahora son enviar fotos de desnudos y videos. Estas van escalando, el problema es que las adolescentes no se reconocen como abusadas sexualmente”, lamenta.

El joven Dylan sólo aceptó agregar que, por lo general, sus compañeras no se quejan con las autoridades escolares cuando sus fotos se viralizan entre sus compañeros, prefieren guardar silencio y esperar a que el escándalo pase.

“Hay estudios de que en el mundo digital una imagen tuya puede circular 10 años antes de que vuelvas a saber de ella”, advierte el presidente de Redim.

A la letra, el Artículo 202 del Código Penal Federal dice: “Comete el delito de pornografía de personas menores de dieciocho años de edad o de personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, quien procure, obligue, facilite o induzca, por cualquier medio, a una o varias de estas personas a realizar actos sexuales o de exhibicionismo corporal con fines lascivos o sexuales, reales o simulados, con el objeto de video grabarlos, fotografiarlos, filmarlos, exhibirlos o describirlos a través de anuncios impresos, transmisión de archivos de datos en red pública o privada de telecomunicaciones, sistemas de cómputo, electrónicos o sucedáneos.

Al autor de este delito se le impondrá pena de siete a doce años de prisión y de ochocientos a dos mil días multa.

“En Estados Unidos sancionaron a un chico de 21 años por abrir una página de pornografía infantil. Pero en México hay 80 mil y no pasa nada”, lamenta Juan Martín.