Sin Embargo
Ciudad de México.– La Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró que el Gobierno federal asignó el diseño, construcción y operación por 50 años del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) a una paraestatal que considera “insuficiente para satisfacer la complejidad y naturaleza” del proyecto.
La entidad es el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), dependiente de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), a cargo de la actual terminal aérea de la capital del país y, desde 2014, también responsable del diseño, financiamiento, administración y puesta en marcha de todo la futura central valuada en 169 mil millones de pesos.
Pero, de acuerdo con el más reciente informe de la ASF, la estructura orgánica operativa de dicha instancia “se conformaba de un director general y cuatro directores corporativos”, además de que “el esquema de contratación de personal eventual, renovable cada tres meses, inhibe la contratación del personal con el perfil idóneo para el desarrollo del proyecto”.
MÁS OPACIDAD
La ASF también encontró que el GACM recibe recursos a través de un fideicomiso manejado por Nacional Financiera y que se contrajo con la garantía del dinero que los usuarios del actual aeropuerto pagan al Gobierno federal, o la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA).
Pero aun así, advierte la ASF, Nafin declinó transparentar el manejo de dicho fidecomiso con el argumento de que “es un negocio privado que no administra ni ha recibido por ningún concepto recursos públicos federales, por lo que no puede ser considerado una entidad fiscalizada”.
La ASF, en cambio, expone en el documento que, como órgano revisor, está “no sólo facultado sino también obligado a fiscalizar dicho mecanismo”.
En conclusión, dice la ASF luego de revisar la forma en la que el Gobierno federal gestiona los recursos financieros del futuro NAICM, es necesario que se fortalezca la estructura orgánica del GACM y que éste “informe en la Cuenta Pública el detalle” de sus operaciones.
“La estrategia del Gobierno Federal implicó que, para llevar a cabo la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: (I) se utilizara la figura de una concesión a una entidad que no contaba con recursos”, dice la resultado de la auditoría hecha al financiamiento del proyecto.
“Y (II) que para que esa empresa tuviera el patrimonio necesario para llevar a cabo su encomienda, requirió de la aportación de recursos por parte del propio Gobierno Federal, a partir de la instrumentación de un esquema de financiamiento estructurado, en el que la Entidad Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y el GACM cedieron a un fideicomiso privado, a título oneroso, los derechos de cobro de la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA)”, agrega.
La ASF explica que el fideicomiso que Nafin se niega a reportar es el número 80460, y que fue promovido desde 2005 por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes como parte del esquema de financiamiento de la Terminal 2 del actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y que, desde 2014, sirve también para financiar los “gastos necesarios para la preparación, ejecución y cumplimiento de sus obligaciones bajo los documentos del Crédito Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
El NAICM es la obra de infraestructura más costosa del actual sexenio y, si bien fue definido por la SCT desde 1999, su implementación se detuvo en 2001 por la oposición de los habitantes del ejido de San Salvador Atenco a la expropiación de sus tierras.
En 2011, sin embargo, dice la ASF, la administración pública federal concluyó que las adiciones y modificaciones hechas para tratar de optimizar la infraestructura aeroportuaria existente, como la nueva Terminal 2, no eran una solución de largo plazo, por lo que era necesaria la construcción del NAICM.
“En abril de 2013 fue seleccionado un terreno en la zona del ex Vaso de Texcoco para construir el proyecto NAICM, que contaría con una extensión aproximada de 4 mil 600 hectáreas. Dicho proyecto consistiría en el diseño y la construcción de un aeródromo civil, así como las obras hidráulicas, urbanas y ambientales”, narra la ASF.
“En septiembre de 2014, la SCT otorgó a GACM un Título de Concesión, por un plazo de 50 años, para construir, operar y explotar el NAICM, proyecto que tendría un costo de 169,000,000 miles de pesos”, agrega el documento.
Este medio solicitó al GACM información sobre las observaciones de la ASF, pero la petición no fue respondida.