Comunicado
Aguascalientes, Ags.- Da risa lo que está sucediendo en el Partido Acción Nacional con su llamado “proceso democrático interno”, se dicen fuertes y que ganarán todo, pero por otro lado, impugnan la alianza del PRI-PVEM-PANAL-PT por miedo e incluso impugnan hasta sus propios procesos de elección, así lo dio a conocer el Vocero Estatal del Partido Verde Ecologista de México, Mauricio Alafita Sáenz, quien los calificó como de doble moral política.
Indicó que el PAN se jacta de que es un partido democrático y que cuando eligen a alguien, todos se suman a su favor posteriormente, sin embargo, lo que se está viendo es una ambición de poder, de doble moral, de cacicazgo, de dedazos, “ahora resulta que una de sus pre candidatas a la alcaldía, -porque la tercera en discordia se bajó democráticamente-, impugnó el proceso donde salió beneficiada Tere Jiménez”, porque afirma injerencia del alcalde Toño Martín del Campo.
El Vocero del Partido Verde Ecologista de México en la entidad exhorta al PAN a que en lugar de estar jugando a que son democráticos y publicar encuestas que ni ellos mismos se las creen, salgan en donde se ganan los votos, en las calles, con las personas, proponiendo sus proyectos de trabajo, no diciendo que ya ganaron la contienda cuando ni siquiera se ponen de acuerdo quién ganó con ellos.
Comentó que el PVEM continúa su trabajo de cara a la campaña que se avecina con propuestas, con acercamiento con la gente, difundiendo los trabajos que ha realizado a través de las diferentes instancias cómo mejorar las leyes en materia ambiental, de educación, de que se de pensión alimenticia más rápida a mujeres divorciadas, a tipificar el sextting, proteger más a los árboles cuando hay construcciones, la paridad de género para los cargos de elección popular, “que por ciento ese fue otro problema interno del PAN, que si era hombre, que mejor mujer”.
Mauricio Alafita Sáenz, Vocero del PVEM añadió que las encuestitis, los moches y las selfies en redes sociales no sirven para ganar votos, solo sólo sirven para alimentar el ego de los contendientes y convencer a su equipo de trabajo que van bien, cuando la realidad es que ni ellos mismos se la creen.