Redacción
Aguascalientes, Ags.- El grupo parlamentario del PRI- Partido Verde en el Congreso del Estado destacó las reformas socio-políticas que derivaron de la Soberana Convención Revolucionaria, las cuáles cumplen 100 años de existencia el próximo 18 de abril.
Entre estas se subrayan la eliminación del latifundismo para dar paso al ejido campesino y que así cada habitante de las zonas rurales del país tuvieran una tierra que fuera de su propiedad para satisfacer sus necesidades.
Otros temas importantes fueron la educación, el trabajo y las bases para la creación de un sistema de pensiones y jubilaciones.
Por esa razón, traer a la memoria el Programa de Reformas Político-Sociales de la Soberana Convención iniciada en Aguascalientes, en 1914, y concluida en Morelos en 1916, es conocer la semilla que fue germen de la primera constitución social del mundo.
La base programática que heredamos postuló en la cuestión agraria a uno de sus pilares. Propuso “destruir el latifundismo, crear la pequeña propiedad y proporcionar a cada mexicano que lo solicite la extensión de terreno que sea bastante para subvenir a sus necesidades y a las de su familia, en el concepto de que se dará la preferencia a los campesinos”.
Apuntaló los derechos obreros con el fin de “precaver de la miseria y del futuro agotamiento a los trabajadores, por medio de oportunas reformas sociales y económicas, como son: una educación moralizadora, leyes sobre accidentes del trabajo y pensiones de retiro, reglamentación de las horas de labor, disposiciones que garanticen la higiene y seguridad en los talleres, fábricas y minas, y en general por medio de una legislación que haga menos cruel la explotación del proletariado”. Asimismo, reconoció derechos mercantiles, laborales y el derecho de huelga.
Impulsó importantes reformas sociales para proteger a los hijos naturales y favorecer la emancipación de la mujer. Estableció un firme impulso educativo al otorgar fondos federales para la construcción de escuelas en toda la República, para fundar escuelas normales en cada Estado y otorgar autonomía a la Universidad Nacional.
La reforma política planteaba “realizar la independencia de los municipios, procurando a éstos una amplia libertad de acción que les permita atender eficazmente a los intereses comunales y los preserve de los ataques y sujeciones de los gobiernos federal y locales”. Incluso, se proponía “adoptar el parlamentarismo como forma de Gobierno de la República”.
El Programa de Reformas Político-Sociales aglutinó el proyecto de desarrollo de la democracia nacional, las voces de una vasta pluralidad de causas y visiones; congregó el ideal de tierra y libertad, que defendía la autodeterminación de los pueblos, la lucha por mejores condiciones de vida para los grupos populares, rurales y urbanos, y la formación de un régimen constitucional nacionalista.
A un siglo de propuesto este programa histórico, es fundamental que, como sociedad, refrendemos nuestro compromiso para combatir las causas, y no sólo los efectos, de la pobreza, la exclusión y la marginación.
Es imperativo convocar a una revolución de las ideas y las acciones, para fomentar el crecimiento interno, generar riqueza y distribuirla con equidad; para gestionar socialmente la economía, disminuir la brecha entre ricos y pobres, buscar un genuino desarrollo sustentable en las ciudades y un campo activo, vertebrador de la soberanía alimentaria.
Hoy en día las condiciones sociales son muy distintas a las de hace un siglo. Nuestra respuesta actual deberá ser fiel a esa semilla que germinó en la nación que hoy conformamos, pero deberemos centrar nuestra mirada en el futuro del país más justo y equitativo que anhelamos construir. Veamos un mejor porvenir social y actuemos para hacerlo realidad, sentenciaron los diputados locales del PRI y Partido Verde integrantes de la Diputación Permanente.