La Jornada
México.- La Cámara de Diputados aprobó una reforma al Código de Justicia Militar y un nuevo Código Militar de Procedimientos Penales, que crea la Fiscalía General de Justicia Militar y la figura de jueces de control, que podrán ordenar –en delitos de disciplina militar relacionados con delincuencia organizada, homicidio doloso o graves y violentos con armas de fuego y explosivos– el cateo a domicilios particulares, oficinas del gobierno federal e incluso a las dos cámaras del Congreso, aunque la Constitución define que los recintos legislativos son inviolables.
La figura del cateo también se extiende al Poder Judicial, así como a los organismos constitucionales autónomos, esto es, a las sedes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), del Instituto Nacional Electoral (INE), del Banco de México (BdeM), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).
Con los votos de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD), Acción Nacional (PAN), Verde Ecologista de México (PVEM), Nueva Alianza (Panal) y Encuentro Social (PES) se avaló que el cateo, a cargo de la Policía Militar y del Ministerio Público Militar, también podrá extenderse a las oficinas de los gobernadores y del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, de los congresos de los estados y la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Sin embargo, el vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, explicó que en cualquier caso, emitida la orden por el juez militar, policías y agentes militares del Ministerio Público deberán recabar la autorización correspondiente.
Ejemplificó que cuando él fue presidente de la mesa directiva de la Cámara, en la 61 Legislatura, rechazó la solicitud de la Procuraduría General de la República para que sus agentes entraran al Palacio Legislativo a detener al perredista Julio César Godoy, acusado de presuntos nexos con la delincuencia organizada en Michoacán, antes de que tomara protesta como diputado.
El código prevé también la intervención de llamadas telefónicas de militares y particulares y deja fuera la responsabilidad de las fuerzas armadas cuando existan víctimas de violaciones a derechos humanos.
Así como ocurrió con la llamada ley Televisa, que se aprobó incluso por el PRD porque sus diputados no leyeron el dictamen respectivo, este jueves las bancadas de Morena y Movimiento Ciudadano se dieron cuenta de manera tardía del alcance de la reforma.
Los diputados de Morena y Movimiento Ciudadano en la Comisión de la Defensa, Alfredo Basurto Román y Manuel Espino Barrientos, respectivamente, firmaron el dictamen.
Incluso Morena había acordado votar en abstención, aunque al final abandonó el recinto, y Espino anunció que su bancada aprobaría el código para dar a las fuerzas armadas una oportunidad de reivindicarse en lo que han contribuido para atentar contra los derechos humanos de los mexicanos.
Más tarde, sin embargo, ambas bancadas cuestionaron que el contenido del dictamen –que se turnó al Senado para su revisión– constituye un retroceso en materia de respeto a los derechos humanos.