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Buenos Aires, Arg.- Carlos Bianchi cumplió ayer, 26 de abril, 67 años. El técnico más ganador del fútbol argentino (6 títulos con Vélez y 9 con Boca) no está en actividad. Se dedica a disfrutar de sus nietos y a ver fútbol (el domingo 17 estuvo en Vélez 0 – Independiente 2). Entre tantas anécdotas que tiene el Virrey en su recorrido, hay una muy poco conocida. Y tiene que ver con una decisión de la AFA tomada en tiempos de dictadura e intervenciones. En 1971 y con 22 años, Bianchi fue el primer juvenil al que le negaron un pase al exterior. Tenía todo arreglado con Cruz Azul.
También podía negarse el pase a algún jugador mayor de 24 años afectado a la Selección: el primero fue el Mono Alfredo Obberti, de Newell’s, quien tenía 25 años.
Para noviembre de ese año, Bianchi ya había anotado 86 goles en Vélez y había disputado 10 partidos en la Selección. Lo pretendía el Flamengo y a principios de diciembre arregló su pase a Cruz Azul junto con el GatoMiguel Marín. A Bianchi le prometían el oro y el moro. El 16 de diciembre la AFA ratificó lo decidido en septiembre y el pase se cayó. “Me siento perjudicado, qué se va hacer...”, fue lo primero que dijo. Recién casado con Margarita, pasó su luna de miel en México con todos los gastos pagos, a cargo del presidente del club mexicano. A su regreso, le decía a Clarín: “Soy un profesional y acato las decisiones. Si la AFA se ajustó a la reglamentación y negó mi pase al Cruz Azul, yo debo aceptarlo, aunque me perjudicó enormemente”. Un año y medio después, ya con 24 años, partía hacia Francia.
La promesa de ser indispensable cayó en saco roto. La Selección se transformó en la gran cuenta pendiente. Nunca más jugó. Nunca la dirigió.