Bianchi la historia de un grande que la dictadura impidió llegar a Cruz Azul

Clarin.com

Buenos Aires, Arg.- Carlos Bianchi cumplió ayer, 26 de abril, 67 años. El técnico más ganador del fútbol argentino (6 títulos con Vélez y 9 con Boca) no está en actividad. Se dedica a disfrutar de sus nietos y a ver fútbol (el domingo 17 estuvo en Vélez 0 – Independiente 2). Entre tantas anécdotas que tiene el Virrey en su recorrido, hay una muy poco conocida. Y tiene que ver con una decisión de la AFA tomada en tiempos de dictadura e intervenciones. En 1971 y con 22 años, Bianchi fue el primer juvenil al que le negaron un pase al exterior. Tenía todo arreglado con Cruz Azul.

Todo comenzó el 2 de septiembre de 1971, cuando a la AFA la presidía, como interventor, Raúl D’Onofrio, padre del actual titular de River. En el boletín 354 se publicó una resolución relacionada a las transferencias de jugadores al exterior. Allí se explicaba que la intención de la intervención era “jerarquizar” el fútbol argentino y “proyectar su imagen al plano internacional”. Y que la decisión se tomaba por los próximos compromisos: Eliminatorias olímpicas en 1971; Juegos Olímpicos de Berlín, Juvenil de Cannes y Copa Independencia de Brasil en 1972; Eliminatorias en 1973; y el Mundial en 1974. Por eso “las solicitudes de transferencias al extranjero de jugadores menores de 24 años serán consideradas con un criterio sumamente restrictivo, debiendo analizarse profundamente sus aptitudes técnicas y posibilidades futuras. Si un jugador menor de 24 años ya hubiera integrado oficialmente alguno de los seleccionados de AFA o estuviera en la programación de selección o preselección futura en cualquiera de sus categorías, la solicitud de transferencia será denegada”.

También podía negarse el pase a algún jugador mayor de 24 años afectado a la Selección: el primero fue el Mono Alfredo Obberti, de Newell’s, quien tenía 25 años.

Para noviembre de ese año, Bianchi ya había anotado 86 goles en Vélez y había disputado 10 partidos en la Selección. Lo pretendía el Flamengo y a principios de diciembre arregló su pase a Cruz Azul junto con el GatoMiguel Marín. A Bianchi le prometían el oro y el moro. El 16 de diciembre la AFA ratificó lo decidido en septiembre y el pase se cayó. “Me siento perjudicado, qué se va hacer...”, fue lo primero que dijo. Recién casado con Margarita, pasó su luna de miel en México con todos los gastos pagos, a cargo del presidente del club mexicano. A su regreso, le decía a Clarín: “Soy un profesional y acato las decisiones. Si la AFA se ajustó a la reglamentación y negó mi pase al Cruz Azul, yo debo aceptarlo, aunque me perjudicó enormemente”. Un año y medio después, ya con 24 años, partía hacia Francia.

La promesa de ser indispensable cayó en saco roto. La Selección se transformó en la gran cuenta pendiente. Nunca más jugó. Nunca la dirigió.