Senado brasileño inicia sesión crucial para Rousseff

Redacción

Brasilia.- El Senado brasileño inició hoy a las 10:00 horas locales (13:00 GMT), con una hora de retraso, la sesión plenaria que debe decidir si se abre el juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, quien podría ser apartada del poder si una mayoría de 81 senadores vota a favor.

La sesión parlamentaria de hoy debe alargarse durante varias horas, ya que cada senador que lo desee podrá hablar hasta por 15 minutos, antes de una votación electrónica para decidir si se abre o se archiva el denominado impeachment a Rousseff.

Voy a hacer un esfuerzo para que tengamos un resultado hasta las diez de la noche (01:00 GMT del jueves)”, dijo el presidente del Senado, Renan Calheiros, minutos antes de abrir la sesión.

Calheiros confirmó que Rousseff mañana será notificada, en caso de que el impeachment siga adelante, y admitió que el juicio político es largo, traumático y que no produce resultados inmediatos.

Todas las encuestas señalan que hoy ganará el “sí” y, de esta forma, Rousseff será apartada de la presidencia de Brasil por 180 días, tiempo en el que debe ser juzgada en la cámara alta por un supuesto “crimen de responsabilidad” en el manejo de las cuentas públicas de 2014 y 2015.

Como ya sucediera en la votación de la Cámara de Diputados del pasado 17 de abril, cientos de policías fueron desplegados e incluso un muro metálico fue erigido en la inmensa explanada frente a la sede del Legislativo ante la posibilidad de que haya manifestaciones a favor y contra el juicio político.

Rousseff solo será apartada definitivamente del poder cuando, al final del juicio político, el plenario del Senado vote si efectivamente es culpable de los crímenes que se le imputan.

El vicepresidente de Brasil, Michel Temer, que lleva semanas negociando su equipo de gobierno, asumiría en ese caso la presidencia a partir de mañana jueves, mientras Rousseff es juzgada en el Senado.

La oposición acusa a Rousseff de usar artimañas contables por medio de créditos de instituciones públicas para cuadrar las cuentas de 2014 y 2015, pero el gobierno de la presidenta niega irregularidades y califica todo el proceso de “golpe” de la oposición para alcanzar el poder sin el aval de las urnas.

Para que sea depuesta por impeachment e inhabilitada por ocho años son necesarios dos tercios de los 81 senadores (54 parlamentarios), una cifra que la oposición ya asegura que tiene.