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CDMX.- El año inició más violento que nunca al registrarse durante el mes de enero una ejecución cada hora en promedio, de acuerdo con el Ejecutómetro de Grupo Reforma.
Un total de 832 personas fueron asesinadas en 197 municipios y delegaciones de 25 estados y la Ciudad de México en los primeros 31 días del año; es decir, 26.8 homicidios al día, indican datos recabados con base en información de autoridades estatales y la prensa local.
La cifra implica un aumento de 63 por ciento con respecto a enero, cuando se registraron 509 asesinatos de este tipo, 323 homicidios menos que ahora.
Si se toma en cuenta el promedio diario, enero también registra un aumento de alrededor de 62 por ciento con respecto a lo promediado en todo 2016: 16.7 ejecuciones cada 24 horas.
El 2017 es el año más violento de la Administración de Enrique Peña y confirma la tendencia al alza en los homicidios vinculados con la delincuencia que se registra desde finales de 2015.
Los datos reflejan la lucha que libran organizaciones criminales en puntos fronterizos como Tijuana y Ciudad Juárez, donde a diario se registran hechos de violencia como multiejecuciones, balaceras y levantones.
Tijuana registró 30 ejecuciones, mientras que Juárez fue el municipio con mayor número de eventos violentos de este tipo, con 44.
Estas dos urbes, además de Chihuahua y Acapulco, superaron las 30 ejecuciones en este mes, es decir, al menos una diaria.
Otros centros urbanos o turísticos como Manzanillo, Los Cabos, Chilpancingo y Mazatlán registraron entre 25 y 30 ejecuciones en el periodo mencionado.
Los datos revelan un fracaso de los despliegues federales y las estrategias de seguridad en estados como Guerrero, Michoacán y Veracruz, donde las ejecuciones presentan aumentos con respecto a enero del año pasado.
En doce entidades federativas se concentraron 579 ejecuciones, 69.5 por ciento del total acumulado en el primer mes de 2017.
La entidad con mayor número de eventos fue Guerrero, donde hubo al menos 125 asesinatos vinculados con el crimen organizado; es decir, más de cuatro al día en promedio, seguido de Chihuahua (90), Colima (52), Morelos (51) y Michoacán (50).
En las Baja Californias, Sinaloa, Veracruz, Jalisco, Guanajuato y Zacatecas se registraron entre 40 y 50 de las llamadas narcoejecuciones.
Autoridades locales han señalado que la violencia responde a peleas entre organizaciones criminales por el control de narcomenudeo.
En Los Cabos, un destino turístico que se había mantenido al margen de la violencia que ha azotado a otros núcleos urbanos de la Península de Baja California en diferentes momentos, se registró una ola de violencia que incluyó multiejecuciones, hallazgos de cuerpos desmembrados, persecuciones y balaceras a plena luz de día.
Un total de 27 personas fueron asesinadas en este Municipio costero de Baja California Sur, entidad que también registró ejecuciones y actividad de delincuencia organizada en La Paz, Loreto y Mulegé.
Otro caso que destaca es el de Mazatlán, donde se registraron al menos 24 ejecuciones en los primeros 31 días del año, según este recuento basado en reportes de Secretarías de Seguridad Pública, Procuradurías, policías municipales y notas periodísticas publicadas en medios locales de prensa.
Mazatlán concentró la mayoría de los homicidios de este tipo que se registraron en Sinaloa, aunque en la última semana se han producido hechos violentos también en Culiacán. En esta ciudad al menos tres policías fueron secuestrados desde el pasado 21 de enero y este miércoles otras cinco personas fueron privadas de su libertad en esta ciudad, de acuerdo con reportes del semanario Río Doce.
Otro caso a destacar es el del puerto de Manzanillo, en Colima, donde se registraron 26 ejecuciones en el marco de lo que, según autoridades locales, es una batalla entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación por el control de esa zona.
En el puerto son frecuentes los decomisos de cocaína. El año pasado, la Marina llevó a cabo el aseguramiento de al menos cuatro grandes cargamentos de esta droga; dos de ellos de más de 200 kilos, uno de media tonelada y el restante de 130 kilogramos.
Entre las 832 ejecuciones de enero, un total de 32 cadáveres fueron hallados junto a mensajes dejados por los agresores, la mayoría de ellos con amenazas a grupos rivales o a las autoridades.