Gilberto Valadez
Aguascalientes, Ags.- En los últimos 15 años, Aguascalientes acumula seis procuradores de justicia; la mayoría ejerciendo administraciones envueltas en el escándalo.
Desde acusaciones por supuesto acoso gubernamental, ineficacia en el puesto hasta denuncias por abusos de poder, los fiscales aguascalentenses vienen ofreciendo pocos resultados cuando se requiere aplicar justicia.
Lo más llamativo del caso es que muchos de los ex fiscales terminaron siendo premiados por el gobierno en turno, a través de notarías.
Ahora Oscar González Mendivil ha adelantado su renuncia al cargo, pero avisando primero ante los medios de comunicación que al propio Congreso del Estado; lo cual generó cuestionamientos de diputados por su actitud.
“Pobre desempeño”
A comienzos de 1999, el Congreso del Estado avaló el nombramiento de Roberto Macías Macías al frente de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). A pesar que se le vinculaba con el PRI, Macías Macías lograría concretar infraestructura como el nuevo edificio de la dependencia y otro para servicios periciales.
Pero en lo concerniente a su labor, Macías acumuló numerosos cuestionamientos en torno a un pobre desempeño en la fiscalía. En plena Navidad del año 2001, la bancada del PAN en el Congreso en voz del diputado Humberto Rodríguez Mijangos exigió la remoción del procurador argumentando que “No está dando resultados y le tiembla la mano para ejercer la justicia que los hidrocálidos merecemos”.
Menos de un año después, el 9 de julio de 2002, Elizabeth González Landín, defensora de derechos humanos, presentó una denuncia penal en contra del fiscal del estado, acusándole por hostigamiento y espionaje en contra de ella y sus familiares. González Landín había sido abogada de Luis Humberto González quien fue recluido en el Centro Neurosiquiátrico, luego de haber insultado al entonces gobernador Felipe González, a quien supuestamente intentó agredir.
Las demandas por la salida del fiscal nunca cesaron. Para septiembre de 2003, agrupaciones como la Confederación Nacional Campesina y el Congreso Agrario Permanente demandaron la renuncia “urgente” del fiscal, tras calificar como “pobre” su desempeño.
Pero también Macías fue exhibido a nivel nacional. En septiembre de 2000, una batalla campal en la colonia Gremial terminó con la muerte de un joven de 14 años supuestamente a manos de un policía judicial. El procurador defendió en todo momento al uniformado.
Menos de un año después, en mayo de 2001, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió un dictamen, objetando a la PGJE por haber emitido recomendaciones superficiales “sin llegar al fondo del asunto”.
Procuradores y notarios
Para la gestión del también panista Luis Armando Reynoso Femat que inició en 2004, fue elegido Xavier González Fisher como cabeza de la Procuraduría de Justicia. González Fisher tenía más reconocimiento en su calidad de historiador taurino que como litigante, sin embargo su nombramiento se recibió con beneplácito.
A los pocos meses de iniciar el gobierno de Reynoso Femat, hubo un escándalo en la familia del gobernador cuando el 2 de abril de 2005, su sobrina Imelda Alondra Ramírez López ocasionó un trágico accidente debido a que conducía un BMW a exceso de velocidad; causando la muerte de tres personas, incluyendo a una de sus acompañantes.
El hecho trascendió escasamente en los medios y la fiscalía de González Fisher nunca le fincó responsabilidades a la sobrina del ejecutivo.
El fiscal tendría su prueba de fuego en el año de 2007 cuando se desataron numerosos hechos delictivos en Aguascalientes que comenzaron en febrero de ese año con el llamado “Jueves negro”. En lugar de afrontar la delincuencia, Xavier González siempre minimizó los hechos delictivos, a los cuales públicamente calificó de “aislados”.
Al final, González Fisher no pudo con el paquete y presentó su renuncia el 27 de agosto del 2007.
Como relevo en la PGJE fue elegido Herberto Ortega Jiménez quien no contaba con experiencia en el puesto, pues antes había fungido en calidad de consejero del Instituto Estatal Electoral. Aún así permaneció casi un año en el puesto hasta mayo de 2008 cuando Edgardo Valdivia Gutiérrez se convirtió en el tercer fiscal del sexenio de Reynoso Femat.
Para el 29 de octubre del año 2009, el senador panista Rubén Camarillo Ortega acusó al fiscal por encubrir investigaciones en torno a supuestos desvíos de recursos en la alcaldía del priista Gabriel Arellano Espinosa. Casi un año después, el 19 de septiembre de 2010, Raúl Martínez Delgadillo, presidente de la agrupación Profesionales de México, denunció corrupción al interior de la Procuraduría de Justicia, tolerada por Valdivia Gutiérrez, indicando que los subprocuradores y ministerios públicos tenían retrasados miles de procesos penales.
Al final de su sexenio, Luis Armando Reynoso premió a sus ex fiscales con notarías públicas. Para Valdivia fue la notaría número 31 y para Ortega Jiménez, la 56.
El fiscal de hierro
Conocido como el “fiscal de hierro”, Felipe Muñoz Vázquez asumió la titularidad de la PGJE en el año 2010. Pero muy pronto su gestión se caracterizó por acusaciones de tortura y no respetar los derechos humanos.
También Muñoz Vázquez la emprendió en contra de la prensa. El 9 de noviembre de 2012 avaló la detención de Alejandro González Muñoz, director del semanario El Circo, por supuestos vínculos con la delincuencia organizada y fue traslado a un penal en Ciudad Juárez. No conforme, apenas cuatro días después, se aplicó el mismo operativo hacia Esteban Bonilla López, del también semanario Tribuna Libre. Las acusaciones de la fiscalía de Aguascalientes nunca fueron solventadas y ambos periodistas obtendrían su libertad.
Pero también Felipe Muñoz se entrometió en el proceso electoral del año 2013, cuando vinculó a Antonio Martín del Campo, candidato del PAN a la alcaldía capital, con el cartel de La Familia Michoacana justificando cateo en una casa de campaña del panista. De nuevo el fiscal nunca pudo terminar de comprobar sus indagaciones.
Muñoz dejó el cargo con más pena que gloria en el año 2015, para incorporarse al gobierno federal. En su historial había sumado 272 quejas por tortura y violaciones a los derechos humanos, según una nota de la agencia de noticias de Proceso.
El aficionado
Como enésimo relevo apareció la figura de Oscar González Mendivil, quien había sido titular del Instituto Estatal de Seguridad Pública del Estado, y tomó protesta como fiscal el 8 de julio de 2015.
Más que por escándalos mediáticos, González Mendivil fue objeto de burlas cuando en septiembre de 2016 declaró de forma irónica que como aficionado al equipo de futbol Cruz Azul promovería el encarcelamiento del director técnico Tomás Boy, ello por el bajo desempeño del club deportivo.
No obstante el procurador no escapó a la controversia. A inicios de este año, se difundió que había avalado la supuesta contratación de ex meretrices como asistentes en la fiscalía. González nunca desmintió ni confirmó los trascendidos. Pero su imagen se vino desgastando y el pasado martes 21 adelantó mediante un comunicado que presentaría su renuncia al cargo.
La determinación generó criticas desde el Poder Legislativo, el coordinador del grupo parlamentario del PAN, Guillermo Alaniz, censuró “falta de profesionalismo” del fiscal, manifestando que González hubiera enviado su baja a través de un boletín y no haber informado primero al Congreso.
Se sabe que Oscar González presentaría su renuncia de manera oficial el martes 28 y que en plazo de un mes el Legislativo designará al sucesor que completaría apenas un año en el cargo, a fin de completar el lapso correspondiente al todavía fiscal; aumentando con ello el continuo relevo que se vive en la Procuraduría de justicia del Estado.