El obispo de Aguascalientes: 10 años de controversias

Gilberto Valadez

Aguascalientes, Ags.- Con diez años al frente de la Iglesia católica en Aguascalientes, el obispo José María de la Torre ha ganado más notoriedad por sus declaraciones y controversias públicas, que debido a su labor eclesiástica.

En esta década, el jerarca religioso ha tenido enfrentamientos con diputados locales, con la Presidencia de Enrique Peña Nieto, con la comunidad homosexual, mientras en lo pastoral el propio INEGI ha notificado un descenso en el número de católicos de Aguascalientes.

A cambio, el obispo lo mismo ha comparado al matrimonio homosexual con una enfermedad como la sífilis, que calificar de “bueyes” a los diputados y hasta ha sido acusado de entrometerse en el proceso electoral del año 2016.

Contra los gays

Procedente de la diócesis de Guadalajara, José María de la Torre asumió como sexto obispo en la historia de Aguascalientes a inicios de 2008, sustituyendo a Ramón Godínez Flores, quien falleció en abril de 2007.

Un sello de esta gestión de diez años ha sido la guerra declarada hacia la comunidad de la diversidad sexual, donde el nuevo jerarca religioso siempre enfiló sus baterías. En septiembre de 2014, José María de la Torre calificó de “invertidos” a los homosexuales. No conforme, al año siguiente, en octubre de 2015, el purpurado comparó la homosexualidad con una enfermedad “como la diabetes o la sífilis”.

En el camino, el obispo también tuvo derrotas. Para finales de 2014, De la Torre Martín comparó el matrimonio homosexual con la zoofilia. “Si se permiten las bodas entre homosexuales mañana van a permitir que un señor se case con un perro y puedan heredar a los perritos”, dijo a los medios.

Esta declaración fue noticia de alcance internacional y el obispo recibió una llamada de atención por parte del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) quien logró que el obispo doblase las manos y ofreció una disculpa pública.

Pero no pasaría mucho para que volviese a las andadas. Cuando el presidente Enrique Peña Nieto dejó abierta la posibilidad de permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, el obispo de Aguascalientes fue de los primeros en ponerse en guardia y lo achacó  a una conjura internacional.

“Son lobbys minoritarios que han venido imponiendo su agenda con la instrumentalización de la Organización de las Naciones Unidas con nuestros países y apoyados por inmensos capitales. Ellos son los que financian el aborto y otras atrocidades”, declaró entonces.

Contra los partidos

Aunque en su llegada como obispo de Aguascalientes en 2008 fue recibida con aplausos por la clase política local, José María de la Torre ha sostenido numerosos enfrentamientos en ese ámbito.

Para julio de 2013, cuando el Congreso del Estado avaló una reforma a la Constitución local, estipulando la protección a la vida, pero indicando que las mujeres “serán dueñas de su cuerpo en ciertas condiciones”, de la Torre tronó contra los diputados de Aguascalientes a quienes llamó “bueyes” y “gusanos de la insidia”.

Pero la mayor controversia política sucedió en el proceso electoral por la gubernatura de Aguascalientes en 2016. El obispo promovió abiertamente a los fieles votar por quien defienda “los principios y los valores del evangelio”.

En las urnas, el conservador Martín Orozco, del PAN, venció a Lorena Martínez. Martínez que encabezó una coalición de partidos dirigida por el PRI, quienes luego presentaron una impugnación, citando entre otras supuestas anomalías la supuesta ingerencia de José María de la Torre.

El 19 de octubre de 2016, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó por mayoría el triunfo de Orozco en las urnas, pero acreditó la intromisión de sacerdotes católicos de Aguascalientes en el proceso.

Al día siguiente, Lorena Martínez concedió una entrevista al portal Aristegui Noticias, en donde aceptó el fallo judicial, pero alertando “el activismo político de la jerarquía católica representa una amenaza para el Estado laico”.

De la Torre obtendría una nueva victoria este año, cuando el 19 de enero último la Secretaría de Gobernación absolvió al obispo y a seis sacerdotes locales de intervenir en las elecciones.

Contra sus fieles

En cuanto a labor pastoral, los resultados de su gestión son cuestionables, si bien se considera que Aguascalientes se mantiene dentro de los tres estados del país con mayor número de católicos, también es cierto que esa cantidad ha venido disminuyendo.

Según datos del censo 2010 del INEGI, para el año 2000 había 95.6 por ciento de católicos mientras que diez años después hubo un descenso a 93.2 por ciento.

El 12 de septiembre del 2016, Yolanda Padilla Rangel, investigadora de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, refirió un descenso en el número de fieles en la entidad, aseverando que se vivía un paulatino decremento en cuanto a los católicos hidrocálidos.

También con el clero católico de Aguascalientes, el obispo ha tenido que afrontar diversas controversias en sus diez años de labor. Entre estos, el caso del sacerdote Fernando Becerra González, acusado en 2015 de golpear a una mujer. José María de la Torre declaró el 13 de enero de ese año que Becerra González estaba suspendido del sacerdocio, aunque aceptó que seguía oficiando de manera clandestina.

Tres años antes, también sostuvo una polémica con una asociación de Carmelitas debido a un cambio del sacerdote correspondiente. El 6 de mayo de 2012, en una entrevista con el diario Hidrocálido, de la Torre dejó entrever un mal comportamiento en la asociación, indicando “si hacen fechorías se tienen que aplicar sanciones”.

En esa misma entrevista, el obispo de Aguascalientes se comparó con sus antecesores en el cargo:

“Así como quisieron mucho a don Rafael (Muñoz) y luego a don Ramón Godínez, no les queda de otra más que quererme a mí también o al menos respetarme, no hay más”, apuntó.