Redacción
Ciudad de México.- Decenas de agentes de la Guardia Nacional y la Policía Federal, acompañados por funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM), cerraron el paso a los extranjeros a la altura de Xochiltepec, municipio de Tuzantán, en Chiapas.
Los migrantes, en su mayoría africanos, fueron interceptados y obligados a subir a camionetas para que fueran trasladados a una estación migratoria en Tapachula.
Algunos trataron de escapar a través de los campos de alrededor y fueron perseguidos por los agentes de la Guardia Nacional. Agotados tras una jornada de caminata, muchos rompieron a llorar cuando los funcionarios del INM les instaban a subirse en los autobuses.
“Migración no nos deja avanzar. Llevamos tres meses aquí y no nos dan soluciones. Queremos llegar a la capital. No tenemos trabajo, estamos en muy mala situación”, dijo a Animal Político un migrante angoleño que cargaba con su hijo de dos años y que no quiso dar su nombre.
El INM hizo público un comunicado en el que aseguró que “llevó a cabo acciones para invitar a las personas extranjeras que conformaron el contingente que partió de la ciudad de Tapachula, Chiapas, a acudir al instituto para conocer las opciones de regularización de su estancia en el país”.
El operativo tiene lugar cuando se cumple un año de que cientos de hondureños se reunieron en la estación de autobuses de San Pedro Sula, dando comienzo a la caravana centroamericana que atravesó México entre octubre y noviembre de 2018.
Con información de Animal Político.