Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando dejas de comer por horas

Redacción

Falta de concentración, mareos y fatiga, diabetes, gastritis, sobrepeso y daño neuronal pueden ser las consecuencias de ayunar de manera constante y por periodos prolongados.

Dejar de comer por más de seis horas cuando se está despierto, puede considerarse ayuno, y esto puede suceder en cualquier momento del día, aunque se identifica más con la omisión del desayuno.

Abstenerse de tomar alimentos deja sin glucosa (azúcar en la sangre) al cerebro, lo cual es el equivalente dejar sin gasolina a un automóvil. Cuando esto ocurre, disminuye la capacidad para concentrarse y memorizar, además de que si los ayunos son constantes se puede provocar daño neuronal, irreversible en algunos casos.

“En niños puede haber una dificultad en procesos cognitivos, como el aprendizaje, el memorizar algunas cuestiones, entonces tenemos niños que tal vez van a la escuela sin desayunar y tienen problemas en la escuela”, indicó el nutriólogo del Hospital Juárez de México, Salvador Ortiz Gutiérrez.

Con personas mayores puede haber dificultades al realizar operaciones muy concretas, como por ejemplo manejar, entonces ahí podemos tener un impacto importante de no desayunar debido a esa falta de la glucosa que requiere el cerebro para funcionar adecuadamente, agregó.

Ir tarde para el trabajo o a la escuela, la inapetencia (sobre todo matutina) y el deseo de bajar de peso, son las razones más comunes por las que algunas personas omiten el desayuno o alguna de las otras comidas fuertes, poniendo en riesgo la salud.

“Hay muchos estudios que han demostrado que la omisión del primer alimento del día y también de horarios en la estructura para el resto de los alimentos aumenta el riesgo de obesidad, de hipertensión y diabetes”, indicó Carlos Alberto Aguilar Salinas, coordinador de la Unidad de Investigaciones Metabólicas del INCMNSZ.

Otro riesgo es que se provoque una gastritis, debido a que, al no recibir alimentos, el ácido gástrico irrita en forma constante al estómago.

Sobre la ganancia de peso, detalló que ésta se origina principalmente por la falta de control de la saciedad, pues el organismo hambriento consume todo lo que puede cuando se presenta la oportunidad de comer después de un ayuno prolongado.

“Lo que hace daño es comer en exceso después de ese periodo de ayuno, esa pérdida del control de la saciedad, pues en lugar de comer porque se sabe la cantidad y tipo de nutrimentos adecuados; simplemente se come por quitar el apetito, sin responsabilizarse de la cantidad de azúcares, de grasas y calorías que se están ingiriendo”, subrayó el especialista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

En tanto que Simón Barquera, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dijo que en los últimos años lo que se ha visto es un cambio en los estilos de vida.

“Hay ciertas conductas en la población que no ayudan a tener un estilo de vida saludable y, uno de ellos, es estar sedentario y tener poco tiempo para comer, y cuando hay poco tiempo para comer eligen algo rápido y con muchas calorías, y eso no es bueno para la salud”, apuntó.

Los especialistas resaltaron la necesidad de tener horarios regulares para la ingesta de alimentos, pero sobre todo elegir comida natural y evitar productos súper procesados y empaquetados, pues contienen altas cantidades de azúcar y sodio que pueden llevar a la diabetes y a la hipertensión arterial, así como al sobrepeso.

En cualquiera de las situaciones, lo mejor es consultar a un médico.

Con información de El Financiero