Surgen nuevos datos sobre la identidad de la Mona Lisa

Redacción

El 80 por ciento de las personas que visitan el Louvre, en París, buscan ver a La Gioconda. Lo que intriga a la gente es la sonrisa en la obra y la identidad de la persona que pintó Da Vinci.

Sin saberlo, quienes pasan los ojos sobre la pintura —a veces, a metros de distancia, porque es imposible verla de cerca entre la multitud— podrían no estar viendo a La Gioconda como tal. Ésta es la razón.

La historiadora de arte de la Universidad de Turín, Carla Glori, desarrolló una teoría sobre la identidad de la Mona Lisa a partir del paisaje que tiene detrás de sí.

La suposición más aceptada es que la mujer en la pintura es la esposa de un comerciante acaudalado, contemporáneo de Leonardo.

“La Monsa Lisa, supone ser el retrato de boda de Lisa Gherardini, esposa de Il Giocondo”, explica la historiadora argentina.

Sin embargo, la especialista asegura que la identidad de la mujer es otra. En lugar de ser la esposa de un comerciante, el retrato corresponde a Bianca Giovanna Sforza.

Según esta teoría, la mujer retratada por Da Vinci podría estar dándole la espalda al castillo de Malaspina dal Verme, donde vivían los marqueses en la época. A partir de esta información, Glori piensa que lo más probable es que la Mona Lisa no sea realmente la Gioconda —esposa de Il Giocondo—, sino la marquesa de Bobbio.

Glori sacó estas conclusiones a partir de análisis paleontológico del paisaje. En el estudio, la autora apunta que el fondo de la pintura se parece a ciertos elementos valle del Trebbia.

Además, hay detalles en la obra que coinciden con el paisaje de la ciudad. El mismo puente que hay en Bobbio se aprecia sobre el hombro izquierdo de la mujer representada. Y lo que es más: Galeazzo Sanseverino fue mecenas de Leonardo en esa misma época. Siguiéndole la pista a la biografía del autor, es razonable pensar que la Mona Lisa haya sido un encargo del noble italiano.

Con información de National Geographic