Redacción
La inflación en Estados Unidos se situó en el 9.1%, una tasa no vista desde 1981.
En un mes, los precios de consumo subieron el .13%, de acuerdo con los datos publicados por la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), lo que demuestra que aún no surte efecto la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal.
El alza en los precios de la energía, especialmente de la gasolina y los alimentos en un 11.2% y del 1% respectivamente, fue lo que más influyó en esta nueva escalada este último mes.
En los últimos doce meses, los precios de la energía han subido el 41.6 por ciento, el más alto desde abril de 1980.
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, advirtió que debido a la alta inflación y los efectos de la guerra en Ucrania, se incrementa el riesgo de una recesión.
“Va a ser un 2022 duro, y posiblemente un 2023 aún más duro con un mayor riesgo de recesión”, alertó. De ahí que anticipó que el FMI revisará a la baja sus estimaciones contenidas en las expectativas económicas mundiales que darán a conocer a finales de julio.
Con información de El Silo de Torreón
En cuanto a los alimentos, sus precios han crecido en un año el 10.4 por ciento, la mayor alza desde febrero de 1981.