Redacción
Ciudad de México.-Una de las opciones más viables para muchas personas interesadas en adquirir un vehículo es recurrir a modelos usados, siendo el factor económico el principal motivo para decantarse por este plan.
Sin embargo, no siempre suele ser así. Un auto clásico o que simplemente te agrada, no está disponible como modelo de producción, por ello, solo queda recurrir ante un dueño para poder ofertar, comprarlo y llevarlo a casa.
Ahora, sea cual sea la razón, siempre debes estar atento a diversos detalles para decidir si comprar o no. El estado físico del auto a nivel estético es uno de ellos, aunado a cómo se comporta el coche mecánicamente, siendo ésta otra razón fundamental y de peso al momento de ofertar.
Lamentablemente, existen personas que engañan a sus compradores modificando la cantidad de kilómetros que han recorrido con el auto para obtener mayor ganancias. Esto se puede realizar alterando el odómetro con el objetivo de disminuir la cifra reflejada.
Cómo identificar un odómetro alterado
La primera señal que suele ser muy evidente es la irregularidad de los números, es decir, no están alineados unos con otros. Algunos estarán más arriba, otros más abajo, por ello, si ves este tipo de registro en el odómetro, muy probablemente haya sido modificado.
De igual manera, las huellas digitales suelen marcarse en el interior del odómetro, si las ves, será claro que fue alterado dado que no hay razón para la existencia de esta evidencia. También, marcas alrededor de los dígitos o en su estructura (como rasguños) también te alertarán sobre este tipo de fraude.
Otras maneras de comprobación
Dejando a un lado las pruebas físicas, pasaremos a las evidencias escritas. Recurrir a los documentos del coche te dará una idea de cuántos kilómetros puede tener encima. Año de fabricación, matriculación y veces en las que cambió de propietario te darán una idea del uso promedio que ha podido tener.
De igual manera, el interior del auto hablará por sí solo. Un asiento utilizado pocas veces no tendrá muchas arrugas y la elasticidad del mismo será impecable. De igual manera sucede con el volante, botones, manillas de puertas y piezas que se toquen constantemente para conducir.
Finalmente, las piezas internas darán el veredicto final. El estado del motor, frenos, embrague, y batería te proporcionarán un escenario bastante claro sobre si la cantidad de kilómetros que marca el odómetro concuerda con el desgaste progresivo del apartado mecánico.
Con información de La Opinión