Redacción
Nueva York.- No hay nada dulce y tierno sobre la manera en la que The Walt Disney Co. protege a sus personajes.
Esta es la empresa que una vez obligó a una guardería de Florida a retirar un mural no autorizado de Minnie Mouse. En 2006, Disney dijo a un cantero que tallar a Winnie Pooh en la lápida de un niño violaría sus derechos de autor.
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Pero por primera vez, uno de los personajes estrella de la compañía, el propio Mickey, pasará a ser de dominio público. Steamboat Willie, el cortometraje de 1928 que dio a conocer a Mickey al mundo, perderá la protección de los derechos de autor en Estados Unidos y algunos otros países a finales del próximo año, lo que lleva a los fans a preguntarse: ¿Cómo va a responder Disney?
“Veo en los foros de Reddit y en Twitter que la gente -los creativos- se entusiasma con las posibilidades, que de alguna manera se va a poder utilizar el personaje como sea”, dijo Aaron J. Moss, socio de Greenberg Glusker en Los Ángeles, especializado en derechos de autor y marcas.
“Pero eso es un malentendido”.
El asunto es más complicado de lo que parece, y quienes intenten sacar provecho de los derechos que expiran podrían acabar en una ratonera legal.
Sólo uno de los derechos de autor caduca. Se trata de la versión original de Mickey Mouse en Steamboat Willie, un corto de ocho minutos con poca trama. Este Mickey no habla y tiene nariz como de rata, ojos rudimentarios (sin pupilas) y una larga cola. Puede ser travieso. En una escena, atormenta a un gato. En otra, utiliza a un ganso aterrorizado como trombón.
Las versiones posteriores del personaje siguen protegidas, incluyendo el Mickey más dulce y redondeado, con pantalones cortos rojos y guantes blancos, más conocido para el público actual. Estas entrarán en el dominio público en distintos momentos a lo largo de las próximas décadas.
“Disney ha modernizado con frecuencia al personaje, no necesariamente como una forma de gestión de derechos de autor, al menos inicialmente, sino para mantenerse al día”, dijo Jane C. Ginsburg, una autoridad en derecho de propiedad intelectual que enseña en la Universidad de Columbia.
La expiración de los derechos de Steamboat Willie significa que el corto en blanco y negro puede proyectarse sin permiso de Disney e incluso ser revendido por terceros. Sin embargo, puede que no quede mucho valor. La compañía lo subió gratis en YouTube hace años. También significa que cualquiera puede hacer uso de la película y del Mickey original para crear nuevas historias y obras.
Winnie Pooh, otra propiedad de Disney, ofrece una ventana a lo que podría suceder.
Este año, el libro infantil de 1926 “Winnie-the-Pooh”, de A.A. Milne, pasó a ser de dominio público. Recientemente, un cineasta amateur filmó una película de bajo presupuesto llamada Winnie the Pooh: Blood and Honey, en la que el gordinflón oso se vuelve salvaje. En una escena, Pooh y su amigo Piglet utilizan cloroformo para incapacitar a una mujer en bikini en un jacuzzi y luego le pasan un coche por encima.
Disney no puede reclamar por violación de derechos de autor, siempre y cuando el cineasta se ciña al material de 1926 y no utilice elementos posteriores. La camisa roja de Pooh, por ejemplo, se añadió en 1930.
Aquí es donde las cosas se complican: Disney también tiene marcas registradas de sus personajes, incluyendo la versión Steamboat Willie de Mickey Mouse, y las marcas registradas no caducan mientras las empresas sigan presentando la documentación adecuada. Los derechos de autor cubren una creación específica (copia no autorizada), pero las marcas están diseñadas para proteger contra la confusión del consumidor, para ofrecerle garantías sobre el origen y la calidad de una creación.
En pocas palabras, cualquier uso de dominio público del Mickey original no puede percibirse como proveniente de Disney, explicó Ginsburg. Esta protección es fuerte, añadió, porque el personaje, incluso en su forma primitiva, está estrechamente asociado con la empresa. La gente mira esas orejas y sonríe y “automáticamente lo asocia con Disney”, dijo.