Aguascalientes, ags.- La legislación vigente establece los lineamientos que rigen el comportamiento de los servidores públicos; quienes no realicen sus funciones de forma adecuada, acceden a sanciones, más aún cuando las acciones que realizan, encuadran dentro de conductas típicas señaladas dentro del Código Penal para el Estado de Aguascalientes.
Tal es el caso de Isaac N N y César David N N, dos elementos activos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Aguascalientes, quienes se enfrentan a la acción de la justicia por la probable comisión de los hechos delictivos de Extorsión y Contra la Salud en su modalidad de Suministro de Narcóticos.
La historia se escribió el pasado 22 de diciembre de 2022, entre las once y las doce de la noche, cuando la pareja de uniformados se dirigió a bordo de la patrulla a su cargo hasta las inmediaciones de un establecimiento de los conocidos popularmente como chatarreras, ubicado en el fraccionamiento Villas de Nuestra Señora de la Asunción, sector Estación.
En el lugar detectaron al propietario del establecimiento, a quien se aproximaron para referirle que ya sabían que él se dedicaba a la distribución de narcóticos.
El agraviado resultó sorprendido por el señalamiento, debido a que él no realizaba ese tipo de actividades; sin embargo, esto no detuvo a César, quien le refirió que, de no aportar una cantidad monetaria, sería acreedor al cierre total de su negocio.
Con el temor de lo que podría suceder, el pasivo tomó 500 pesos que le solicitaron y los entregó, lo que derivó en que ambos uniformados se retiraran.
Al día siguiente, cuando el reloj rondaba las 04:00 horas, los efectivos volvieron a la chatarrera, esta vez, portando entre sus pertenencias una bolsa transparente con dos bolsas en color verde en su interior, que contenían clorhidrato de metanfetamina.
César mostró el narcótico al afectado, indicándole que eran cuatro gramos de cristal y debería de venderlo en su negocio, lo que haría que este fuera fructífero; para entregarle la bolsa, de nueva cuenta le solicitó 500 pesos.
El ofendido les manifestó que no contaba con el dinero, además de que no era su deseo dedicarse a la distribución de drogas, lo que derivó en que, de nueva cuenta lo presionaran, alegando que se metería en un grave problema de no acceder a la oferta.
Preocupado, el afectado les indicó que contaba solamente con 200 pesos, por lo que César le dijo que se los diera y que iría al día siguiente por el resto, señalándole que ellos estaban trabajando para un “patrón chido” y serían los encargados de notificarle cuando se ejecutaran órdenes de cateo para que se previniera y no fuera descubierto en la comercialización de la droga; además de advertirle que, si decía algo a alguien, nadie le creería y ellos se encargarían de que se callara, para posteriormente abandonar el sitio.
El 24 de diciembre alrededor de las 08:00 horas, el par de elementos retornó al lugar; al percatarse de la presencia de la víctima, le llamaron para que se aproximara a la unidad de motor, siendo que César le preguntó al pasivo si ya contaba con el dinero; el afectado dijo que aún no, que lo tendría más tarde, alrededor de las 10:00 horas del mismo día.
La negativa generó molestia en el par de policías quienes advirtieron al agraviado que, de no entregar el monto, le causarían afectaciones, manifestando que regresarían más tarde.
El transcurrir de las horas delimitó el momento acordado, en el que los policías retornaron al sitio para encararse con la víctima, quien les refirió que aún no contaba con el dinero, lo que provocó que César sentenciara que, si no le daba el dinero, le cerraría su negocio y provocaría que le fuera muy mal.
El agraviado, temeroso, le respondió que tenía el efectivo al interior del establecimiento, por lo que entraría por el monto. Al salir, entregó 300 pesos a César, en un billete de 200 pesos y otro más de 100, los que el uniformado tomó en su mano derecha, momento en el que, derivado de actos de investigación, se les sorprendió en la acción y se procedió a su captura.
Consecuente a la consignación de ambos ante el representante social de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro, se inició una carpeta de investigación, que una vez con los elementos suficientes, derivó en la celebración de la audiencia inicial. En el acto procesal se estableció que Isaac y César continúen bajo investigación a través de la emisión del auto de vinculación a proceso, delimitando la necesidad de cautela, por lo que permanecerán en prisión esperando por la siguiente etapa procesal para la que se fijó el plazo de dos meses para el cierre de la investigación complementaria.