El significado de marcas que se ven en dibujos en antiguas cuevas habitadas ha sido descifrado como evidencia de escritura temprana que data de al menos 14.000 años antes de lo que se pensaba.
Un nuevo estudio revela que los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo usaban marcas como líneas y puntos, combinadas con dibujos de sus presas animales para registrar y compartir información sofisticada sobre el comportamiento de estos animales, hace al menos 20.000 años.
Hasta ahora, los arqueólogos sabían que estas secuencias de líneas, puntos y otras marcas, que se encuentran en las paredes de las cuevas y en los objetos portátiles de la última Edad de Hielo, almacenaban algún tipo de información, pero desconocían su significado específico.
Al utilizar los ciclos de nacimiento de animales equivalentes hoy como punto de referencia, el equipo pudo determinar que la cantidad de marcas asociadas con los animales de la Edad de Hielo era un registro, por mes lunar, de cuándo se apareaban.
El equipo también pudo determinar que un signo ‘Y’ en las marcas, formado al agregar una línea divergente a otra, significaba ‘dar a luz’.
Su trabajo demuestra que estas secuencias registran las temporadas de apareamiento y parto y encontraron una correlación estadísticamente significativa entre el número de marcas, la posición del signo ‘Y’ y los meses en los que los animales modernos se aparean y dan a luz, respectivamente.
Dado que las marcas, encontradas en más de 600 imágenes en paredes de cuevas y objetos portátiles en toda Europa, registran información numéricamente y hacen referencia a un calendario en lugar de registrar el habla, no pueden llamarse “escritura” en el sentido pictográfico y cuneiforme, o cuña en forma de sistemas de escritura temprana que surgieron en Sumeria a partir del 3400 a. C. en adelante.
En cambio, el equipo se refiere a ellos como un sistema de protoescritura, anterior a otros sistemas basados en fichas que se cree que surgieron durante el Neolítico del Cercano Oriente por al menos 10.000 años.
El estudio, publicado en Cambridge Archaeological Journal, fue dirigido por un investigador independiente, Ben Bacon, e involucró a un pequeño equipo que incluía a los profesores de la Universidad de Durham Paul Pettitt (Departamento de Arqueología) y Robert Kentridge (Departamento de Psicología).
Los profesores Pettitt y Kentridge han trabajado juntos en el desarrollo del campo de la paleopsicología visual, la investigación científica de la psicología que sustenta el desarrollo más temprano de la cultura visual humana, y aprovecharon sus habilidades colaborativas para analizar los datos del equipo, informa la Universidad de Durham en un comunicado.
El estudio no solo decodifica la información registrada por primera vez hace miles de años, sino que también muestra que los cazadores-recolectores de la Edad de Hielo fueron los primeros en usar un calendario sistemático y marcas para registrar información sobre los principales eventos ecológicos dentro de ese calendario.
Habiendo demostrado que pueden descifrar el significado de al menos algunos de estos símbolos, el equipo espera continuar con su trabajo e intentar comprender más símbolos, sus bases cognitivas y qué información valoraban los cazadores-recolectores de la Edad del Hielo.