Redacción
España.- Hay para quienes el día no arranca oficialmente hasta que la cafeína les da el primer empujón (gracias, café mañanero). Pero, ¿cómo lo hace? ¿Cómo actúa en nuestro organismo para reducir la somnolencia? La clave en el funcionamiento de la cafeína está en la competición contra otra molécula, la adenosina, que tiene capacidad reguladora sobre los circuitos del ciclo vigilia – sueño.
Habitualmente, cuando la adenosina se une a los receptores del sistema nervioso central correspondientes, favorece el sueño y se inhibe la liberación de otras sustancias que nos mantienen alerta. De ahí que hablemos de un “doble efecto” de esta sustancia.
La cuestión es que, al consumir cafeína, esta le quita el sitio a su competidora: ‘se aferra’ a los receptores que deberían recibir la adenosina y, por lo tanto, le impide actuar. “Como estos receptores están ocupados, la adenosina no puede unirse a ellos, por lo que no se desencadena la respuesta a esta unión (el sueño)”, explicaba en la Twitchería Científica Beatriz Robles, dietista-nutricionista, tecnóloga de los alimentos y maldita que nos presta habitualmente sus superpoderes.
Sin la recepción adecuada de adenosina, está no puede llevar a cabo su otra función: detener la liberación de neurotransmisores que nos mantienen alerta. El resultado es que el cuerpo continúa liberándolos y nuestro estado de somnolencia no aparece.
“Esto se traduce en que, al tomar cafeína, estamos más alerta, más activos, nos sentimos más excitados”, concluye Robles.
*Información de Maldita.es