Redacción
Imagina que has despertado en el primer día de unas ansiadas vacaciones. Disfrutas de un relajado desayuno, das un placentero paseo por la playa y lees el periódico mientras tomas un café. Todo parece haber comenzado de la mejor manera, y sientes una gran felicidad y relajación, tal como lo habías anticipado al planificar el viaje. Sin embargo, hacia el final de la tarde, es posible que empieces a sentirte un poco aburrido.
Si alguna vez te has sentido de esa manera, debes saber que no eres el único. El tener tiempo libre ilimitado no siempre resulta tan maravilloso como esperábamos. Un buen ejemplo son los jubilados que fantasean con su futuro, soñando con lo felices que serán cuando abandonen su trabajo y se dediquen a cócteles ilimitados y novelas en la playa.
A pesar de esto, la realidad es que muchos de los que se jubilan disfrutan del ocio al principio, pero solo después de unas semanas se dan cuenta de que extrañan su trabajo anterior, el cual les proporcionaba un sentido de productividad, propósito y significado en sus vidas. El tener días llenos de ocio puede envejecer rápidamente. Por otro lado, estar ocupado con trabajo y otras obligaciones productivas de sol a sol tampoco es beneficioso para nuestra felicidad, debido al estrés que conlleva.
La tensión entre ser demasiado productivo y estar demasiado aburrido plantea una pregunta importante: ¿Cuál es la cantidad óptima de tiempo libre para alcanzar la felicidad?
Para responder a esta pregunta, los investigadores llevaron a cabo una encuesta a decenas de miles de participantes, recopilando datos sobre cómo pasaban su tiempo y qué tan felices eran (Sharif, Mogilner y Hershfield, 2021). Los resultados de su estudio arrojaron tres conclusiones importantes:
1. Contar con menos de dos horas de tiempo libre al día puede generar demasiado estrés y afectar negativamente la felicidad
Luego de analizar los datos, el equipo de investigación concluyó que tener menos de dos horas de tiempo libre al día no era suficiente para alcanzar la felicidad. Los participantes que reportaron menos de dos horas de tiempo libre diario, reportaron niveles más altos de estrés, lo que indica que estaban demasiado ocupados con el trabajo, tareas del hogar, cuidado de niños u otras obligaciones, lo que les impedía maximizar su felicidad.
A simple vista, podría parecer que estar muy ocupado impide la felicidad, lo que podría llevar a la conclusión de que tener más tiempo libre es mejor. Sin embargo, el equipo de investigación encontró resultados distintos.
2. Tener más de cinco horas de tiempo libre al día puede causar una sensación de falta de productividad, lo que puede disminuir la felicidad
Aunque puede parecer sorprendente, tener demasiado tiempo libre no es una panacea para la felicidad. Las personas obtienen una sensación de satisfacción al ser productivas y alcanzar metas y objetivos, y esta sensación se pierde cuando pasamos todo el día relajándonos en la playa o viendo Netflix en casa. Si bien hay momentos adecuados para disfrutar de un día de descanso, tener demasiado tiempo libre de manera constante puede socavar la felicidad debido al aburrimiento.
3. La forma en que pasamos nuestro tiempo libre es importante para nuestra felicidad
La investigación concluyó que dos aspectos son críticos cuando se trata de cómo pasamos nuestro tiempo libre. En primer lugar, utilizar el tiempo libre de forma más productiva, como practicar deportes en equipo o hacer voluntariado, puede mantener o incluso aumentar la felicidad durante cinco o más horas al día. En segundo lugar, el tiempo libre dedicado a socializar con otros tiene un efecto positivo similar, mientras que pasar cinco o más horas en solitario puede disminuir la felicidad.
Investigaciones anteriores indican que los jubilados que se ofrecen como voluntarios o se unen a clubes son más felices (Kelly y Ross 1989). Además, las vacaciones que equilibran la estimulación (senderismo, buceo, tours, etc.) y la relajación también nos hacen más felices. Es importante tener en cuenta que, sorprendentemente, más no siempre es mejor cuando se trata de relajación.
Podríamos considerar que este es el comienzo de la «historia de Ricitos de Oro» del tiempo libre: menos de dos horas por día es muy poco, cinco o más horas por día es demasiado, y entre dos y cinco horas es la cantidad adecuada para mantener la felicidad.