Redacción
XALAPA, VER.- “Debido a que mi situación ya es de dominio público y en atención al Principio de Máxima Publicidad, solicito que mi audiencia sea pública”, dijo la jueza Angélica Sánchez a su colega, Roberto Santos Maldonado Morales. Y le insistió desde la silla de acusados. “No pienso que la presencia de medios agravien a mi persona”.
Sin embargo, la respuesta del juez Maldonado Morales fue decretar que la audiencia sería privada e invitó a los medios de comunicación a retirarse de la sala de juicios orales de la congregación de Pacho Viejo, Veracruz. Lo anterior, tras conceder dos argumentos de la parte acusadora, la Fiscalía general de Veracruz. Uno: que durante la audiencia se revelarían datos relacionados con otra carpeta de investigación. Dos: se revelaría el nombre de otra persona acusada por el mismo caso que la jueza Angélica Sánchez: Delitos contra la fe pública y tráfico de influencias.
Pero la jueza Sánchez no fue aprehendida el pasado 5 de junio por delitos relacionados con corrupción, sino acusada de haber disparado a policías que le marcaron el alto cerca de su vivienda, en Xalapa, y hasta de esconder droga en su camioneta. Tres días después, la jueza fue liberada debido a que la Fiscalía de Veracruz se desistió de ejercer acción penal en su contra por falta de pruebas.
Con información de la Silla Rota