Redacción
EU.-Será este miércoles 3 de enero del 2024 cuando el planeta experimente el perihelio, un fenómeno astronómico que ocurre año con año y que afecta directamente a la Tierra en algunos aspectos, específicamente en uno.
Y es que se trata del mayor acercamiento al año que tiene el planeta con el Sol. Cuando esto ocurre, nuestro planeta presenta su punto más alto en cuanto a velocidad orbital: 110 mil 700 kilómetros por hora. Eso es mucho más rápido que la velocidad común de la Tierra.
Para cuando esto ocurra, la distancia entre el Sol y el planeta Tierra será de 147 millones de kilómetros, lo que se traduce en 5 millones de kilómetros más cerca que durante el afelio, fenómeno que ocurrirá en julio del 2024 y que se trata del momento en que ambos astros están más alejados uno del otro.
La Tierra se mueve a unos 107 mil 280 kilómetros por hora y lo hace describiendo una órbita que mide 930 millones de kilómetros. La forma del recorrido de nuestro planeta alrededor del Sol no es exactamente redonda, sino elíptica, por ello, hay ciertos puntos en que están más cerca o más lejos. El recorrido lo hace, como bien sabemos, en unos 365 días y unas cuantas horas.
Este fenómeno afecta a la Tierra en la velocidad en que se mueve debido a la segunda ley de Kepler, pero no en sus estaciones, como muchas personas pueden pensar.
De hecho, nuestra proximidad al Sol no se va a traducir a un aumento de la temperatura global que sea realmente significativa.
Esto porque, las estaciones del año y la temperatura no es la misma en todo el planeta tierra. Puede ser que en un hemisferio sea primavera y en el otro sea otoño, y esto cambia constantemente al pasar de los meses.
Regresando al tema de la velocidad de la Tierra, la segunda ley de Kepler indica que los planetas no se mueven con una velocidad constante, sino que lo hacen más rápido cuando están más cerca del Sol. La velocidad de nuestro planeta, cuando entremos al perihelio, será de 3, 420 km/h sobre la media.
Igual que ocurre con el perihelio, el afelio ocurre una vez al año, y es el punto en el que el Sol y el planeta Tierra se encuentran más alejados. Tampoco hay un cambio sustancial en la temperatura, aunque se encuentren ambos astros bastante separados.
Esto se debe a que la Tierra gira sobre sí misma 366 veces en un año y no 365, lo que sucede es que esa última vuelta se ve compensada por la que realiza alrededor del Sol y nosotros solo percibimos 365 días solares.
Como la órbita alrededor del Sol no la realiza siempre a la misma velocidad, durante el perihelio, en invierno, el día solar se atrasa unos minutos con respecto a nuestros relojes mientras que en el afelio, durante el verano, se adelanta ligeramente. Por esta razón la “tarde más corta” se produce unas semanas antes del solsticio y “la mañana más corta” unas semanas después.
Con información de Efecto Cocuyo