Redacción
Ecuador.- En una espiral de caos se encuentra sumido Ecuador con una sucesión de eventos violentos que incluyen explosiones, secuestros de policías y la fuga de reclusos.
Vale apuntar que tales hechos fueron desencadenados tras la declaración del estado de excepción el pasado lunes, que también impuso un toque de queda nocturno en respuesta a los disturbios carcelarios en varias instituciones penitenciarias.
Fueron las explosiones las que inauguraron la serie de eventos en la ciudad de Esmeraldas, donde un vehículo fue consumido por las llamas en el sur de la urbe. Simultáneamente, reclusos desde el interior de las cárceles exigían la suspensión de traslados y controles en las instalaciones, marcando el inicio de una escalada de violencia.
A pesar de las demandas, el secretario de Comunicación de la Presidencia, Roberto Izurieta, anunció con firmeza que no se cederá ante tales presiones, exacerbando aún más la tensión en el país.
Quito también se vio sacudido por la violencia, con la incineración de un vehículo que transportaba dos bombonas de gas en la zona sur y la detonación de un artefacto explosivo en uno de los pasos peatonales de una autopista, conectando con un valle cercano. El presidente de la Corte Nacional de Justicia, Iván Saquicela, no escapó de la violencia, informando sobre la explosión de un artefacto cerca de su residencia en la capital.
En medio de este caos, la Policía reportó la detención de dos individuos implicados en la colocación de un artefacto explosivo en Quito. Las detonaciones no se limitaron a la capital, extendiéndose a la ciudad andina de Cuenca y generando disturbios en las provincias de Loja y Chimborazo.
En esta última provincia, se registró la fuga de reclusos, entre los que se encontraba Fabricio Colón Pico, detenido la semana pasada tras ser mencionado en un presunto plan contra la fiscal general del Estado, Diana Salazar. El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) aún no se pronuncia sobre la fuga ni sobre el caso de Colón Pico.
Además, se denunciaron secuestros de agentes penitenciarios y policías durante los disturbios en las cárceles. Se difundieron videos en los que personas vestidas con uniformes de agentes leían mensajes de reclusos exigiendo al presidente Daniel Noboa detener las acciones de control en las cárceles. Aunque el SNAI confirmó la retención de agentes, no proporcionó detalles sobre su cantidad ni su situación.
La situación se volvió más crítica con la amenaza de matar a agentes penitenciarios si las acciones del presidente persisten. En Quito, la Policía confirmó el secuestro de un servidor policial en la UPC Llano 1 por tres individuos, mientras circularon videos donde se amenaza con armas a un suboficial identificado como Alberto Gómez.
La falta de confirmación oficial sobre la identidad de quienes aparecen en los videos y la escalada de violencia llevaron al alcalde de Quito, Pabel Muñoz, a solicitar la militarización de instalaciones estratégicas en la ciudad para garantizar su funcionamiento. El Ministerio de Educación también optó por actividades virtuales en algunos establecimientos cercanos a las cárceles, evidenciando la magnitud de la crisis de seguridad que vive Ecuador en estos momentos sin precedentes.
*Con información de Informe Orwell.