Redacción
España.- El Hypsignathus monstrosus, mejor conocido como el murciélago frugívoro de cabeza de martillo, domina el cielo nocturno a lo largo y ancho de toda África Ecuatorial, con su aberrante envergadura y su fuerte sonido (como un continuo graznar y croar) perturbador.
Y como estamos hablando de uno de los murciélagos más grandes del mundo, cualquiera pensaría que puede representar una amenaza para los humanos, particularmente por el aspecto tan impresionante que tiene.
Mientras que la apariencia de las hembras de murciélago cabeza de martillo es similar a la de otras especies de murciélagos, los machos se caracterizan por sus enormes labios y hocicos. Esta morfología única incluso ha llevado a que se les considere como una de las criaturas «más feas» del mundo.
Si bien su presencia podría atemorizar al mismisimo Deimos (figura de la mitología griega que personificaba el terror) , este murciélago no es más que un ferviente frugívoro que come únicamente frutas silvestres autóctonas de África occidental y central, y no significa amenaza alguna para la integridad humana o de otros animales.
Sin embargo, sí hay otra manera, tal vez más sorprendente, en que el murciélago cabeza de martillo sí representa una amenaza.
La dulce vida del murciélago frugívoro cabeza de martillo de África
Con una envergadura que alcanza hasta 97 centímetros y un peso de alrededor de 450 gramos, el murciélago cabeza de martillo es el mayor quiróptero de África, según Bat Conservation International . Además, esta especie presenta un marcado dimorfismo sexual .
La hembra promedio pesa poco menos de 250 gramos y, en comparación con otros murciélagos frugívoros, su aspecto no varía demasiado. Pero el tamaño del macho es mucho más notable y tiene un rostro que claramente lo diferencia. Su cabeza y laringe se agrandan, formando una cámara de resonancia que les permite generar fuertes graznidos que atraen a las hembras.
Estos animales han sido vistos desde Senegal (África occidental) hasta el norte de Angola, casi 5.000 kilómetros al sureste. Habitan en los bosques tropicales húmedos que rodean las tierras bajas, los pantanos y los ríos de África Ecuatorial.
El banquete preferido de los murciélagos cabeza de martillo se lo dan gracias a la fruta que crece en la región, como los higos , guayabas, plátanos y mangos, lo que los hace en esencia frugívoros. Sin embargo, esa alimentación a base de frutas, lleva a que muchos agricultores africanos los consideren una plaga, por lo que suelen exterminarlos cuando es necesario para salvar sus cultivos.
Pero no solo los granjeros cazan a estas singulares criaturas.
Cómo los murciélagos cabeza de martillo son cazados para consumir su carne
Aparte de enfrentar el exterminio a manos de granjeros afectados, en ciertos países los murciélagos cabeza de martillo son presa de cazadores que desean ponerlos en su mesa. Según el portal Animalia , los congoleses y nigerianos matan a estos murciélagos para consumirlos como carne de animales silvestres.
“Carne de animales silvestres” es un término usado para describir en general la caza silvestre, pero a menudo se usa concretamente para referirse a la carne de caza de África.
Además de ser una fuente de alimento en estos países de África Ecuatorial, el murciélago cabeza de martillo también puede verse en ocasiones en los «mercados mojados» en otras regiones de África y del mundo.
Desafortunadamente, desde el punto de vista epidemiológico, los mercados mojados pueden ser más dañinos que beneficiosos.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han revelado a través de investigaciones que los leks, o grupos de apareamiento, conformados por esta especie se consideran «reservorios» del virus del Ébola .
Como informó en 2019 el NIH:
Las pruebas moleculares implicaron a esta especie y a otros murciélagos africanos como posibles reservorios del virus del Ébola, y fue una de las dos únicas especies de murciélagos de la fruta vinculadas epidemiológicamente con el brote de ébola de 2008 en Luebo, República Democrática del Congo.
Aún así, cabe señalar que otras investigaciones no han determinado de forma concluyente que los murciélagos cabeza de martillo sean la «zona cero» del virus del Ébola.
Y parece no ser suficiente con que los murciélagos cabeza de martillo sean exterminados por parte de granjeros y cazadores, pues también son sacrificados por otro motivo: para silenciar sus llamados de apareamiento extremadamente fuertes.
Los rituales de apareamiento únicos del murciélago cabeza de martillo
De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Zoology , este megaquiróptero es una de las únicas especies confirmadas de murciélagos que participa en el sistema de agrupamiento «lek». En esta actividad que busca el apareamiento, varios grupos, o leks conformados entre 20 y 135 murciélagos, se reúnen para atraer a las hembras.
Cada macho reclama un territorio de unos 10 metros cuadrados, enseguida se cuelga de una rama y bate sus alas al tiempo que grazna consecutivamente de 60 a 120 veces por minuto. Las hembras vuelan alrededor del lek, seleccionan el macho con el que prefieren aparearse y se posan en la rama junto a él. Después, el macho emite un ruido de «zumbido entrecortado», se aparea con la hembra y luego se cuelga nuevamente de la rama, graznando a la siguiente hembra.
Los machos poligínicos no participan en el cuidado de sus crías. De hecho, no acostumbran a reunirse en grandes grupos familiares. En el nido de un murciélago con cabeza de martillo generalmente habitan menos de cinco criaturas.
Aunque el cambio climático y la creciente deforestación están comenzando a afectar sus hábitats naturales, estos impresionantes murciélagos no se consideran especies amenazadas. Por ahora.
Mientras tanto, los conservacionistas simplemente siguen monitoreando a una de las criaturas más icónicas de África.
*Con información de GM.