Redacción
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentables (IMIPAS), están trabajando conjuntamente para garantizar la conservación de los ecosistemas marinos y la biodiversidad, así como para asegurar los medios de vida sostenibles de las comunidades pesqueras a través del proyecto “Del anzuelo al plato: fortalecimiento de la pesca sostenible para salvaguardar la biodiversidad marina y la seguridad alimentaria”.
Con el aumento insostenible de la demanda de productos del mar, México enfrenta una crisis de sobrepesca y degradación ambiental exacerbada por el cambio climático. Ante este desafío, “Del anzuelo al plato” se posiciona como un pilar fundamental para revertir esta tendencia, proponiendo soluciones innovadoras para la gestión colaborativa de las pesquerías en conjunto con el manejo de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) y Zonas de Refugio Pesquero (ZRP) en tres paisajes marinos prioritarios: Baja California Sur, Nayarit y Quintana Roo.
El proyecto aborda la disminución de las poblaciones de especies de peces, crustáceos y moluscos marinos económicamente relevantes en México y maximiza los beneficios sociales y económicos sostenibles derivados de estos recursos marinos. Asimismo, promueve la cogestión participativa de la pesca sustentable mediante decisiones informadas en la gestión compartida entre gobiernos y comunidades locales, potenciando la conservación de la biodiversidad y los medios de vida locales. Además, fomenta acuerdos institucionales flexibles, alternativas sostenibles y conciencia sobre la gestión de los recursos, asegurando un acceso amplio a la información para una toma de decisiones informada.
Del anzuelo al plato, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) y alineado con el Marco Estratégico de la FAO, es un ejemplo de liderazgo en la transformación de los sistemas agroalimentarios hacia la eficiencia, resiliencia y sostenibilidad. La iniciativa no solo busca proteger los ecosistemas marinos de importancia global, sino también asegurar medios de vida dignos y sostenibles para las comunidades pesqueras a través de prácticas de cogestión participativa y la promoción de alternativas económicas sostenibles
Los principales resultados esperados incluyen la mejora de la gestión de 807,823 hectáreas de áreas terrestres protegidas y 1,610,537 hectáreas de áreas marinas protegidas mediante la implementación de la cogestión. También se espera la implementación de prácticas mejoradas de gestión en 925,116 hectáreas de hábitat marino para promover su conservación y sustentabilidad.
Para lograr estos objetivos, “Del anzuelo al plato” se estructura en cuatro componentes:
- Condiciones institucionales y normativas habilitantes: Se revisará el marco legal para incluir la participación social en la gestión pesquera y se fortalecerán las capacidades institucionales relevantes.
- Participación comunitaria en la gestión pesquera: Se capacitará a pescadores y comunidades pesqueras para que participen activamente en la gestión conjunta de las pesquerías.
- Apoyo a medios de vida alternativos sostenibles: Se desarrollarán oportunidades de mercado y soluciones financieras para proporcionar ingresos más seguros a las comunidades pesqueras.
- Coordinación, colaboración, monitoreo y evaluación del proyecto: Se supervisará y documentará el progreso del proyecto, compartiendo lecciones aprendidas para apoyar la gestión adaptativa y la ampliación de los resultados a nivel nacional.
En el taller de presentación y lanzamiento del proyecto, la FAO, junto con sus socios institucionales y financieros, reafirmó su compromiso no solo con la conservación ambiental, sino con la prosperidad económica y la equidad social en México, asegurando que todos los actores involucrados compartan una visión clara y comprometida hacia un futuro sostenible y próspero para las comunidades pesqueras y los ecosistemas que dependen de ellas.
Entre los asistentes destacaron representantes de la FAO, incluyendo a Valeria González Riggio, Asesora Global de Biodiversidad y Oficial Técnica del FMAM desde la sede global en Roma, así como a John Jorgensen, Oficial de Pesca y Acuicultura, y Enrique Moret, Coordinador de Tareas del FMAM, de la oficina subregional en Panamá. Su experiencia internacional contribuyó significativamente al fortalecimiento de la iniciativa.