Por: Nicolo Machiavelli Sabonarola
(Alias Jorge A Ferreira)
En el discurso de campaña e inaugural del Rey Lopitos entre las promesas más destacadas podríamos señalar dos, aunque hay muchas otras de similar importancia. Vayamos por ellas:
“Primero los pobres y terminaré con la corrupción” cuando pregonó: “a partir de mi primer día de gobierno barreré la corrupción como se barren las escaleras: de arriba hacia abajo”.
Veamos que ha sucedido después de casi seis años.
Respecto a los pobres; los pobres siguen siendo más pobres y no sólo eso, sino que en su estrato social cada día hay más asesinatos pero menos violencia, así lo afirmó en una reciente mañanera nuestro gobernante Lopitos.
Ahora bien, en lo referente a la corrupción, según un encuestador digno de toda credibilidad, del cual se me escapó su nombre, presentó datos en los que de acuerdo a los encuestados, más del 50% sostienen que en este gobierno sí hay corrupción y la cual está casi a la par que en el sexenio anterior.
De las otras promesas mejor ni hablamos pues hay claras evidencias de lo mal que esta la administración pública y del nulo crecimiento. De las inversiones gubernamentales ni qué decir, pues las tres emblemáticas obras este gobierno resultaron ser tres elefantes blancos:
Refinería, Dos Bocas, Aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya. Pero lo que sí son, es un nido de corrupción
con la adjudicación directa de contratos a los amigos de los hijos del patrón.
Todo está debidamente documentado: “Que bonita familia” diría Pompín Iglesias.
En el futuro, el aeropuerto será lo que había sido: un aeropuerto militar, la Refinería con voluntad política de la próxima o próximo presidente quizá pudiese funcionar o convertirse en un montón de chatarra.
El tren Maya se cuece aparte en virtud de que la ocurrencia como todas las del sexenio, fue la de un tren turístico y cuyo capricho pasó por encima todas las leyes de la que el INHA se hace valer, Lopitos violó, pero con seguridad ese cacareado tren terminará siendo un tren carguero.
Al tiempo, dice o decía un prestigiado columinista.
No obstante, pasó por encima de cientos quizá miles de kilómetros de yacimientos arqueológicos invaluables. Sin que se inmutara pues se los pasó por el arco del triunfo. Pero no sólo eso, sino que además mintió sobre el asunto, y trato de ocultar el daño causado a un patrimonio de tal valor, que no tiene parangón con ningún otro de la historia de la humanidad.
Por otra parte, me llama la atención que sólo se señalen los índices de inflación anuales y no el acumulado a lo largo del sexenio, que debe ser bastante alto pues los precios de la canasta básica la gasolina, el gas butano y natural, el costo de la luz ahí están como un innegable indicador de la carestía actual de no sólo de esos insumos básicos, sino de todo en general.
Después de que Salinas de Gortari le quitó tres ceros al peso y casi lo empató con el dólar, prácticamente ya
entramos en la recta de los millones, como la que trato de enderezar el presidente Salinas, pues
así están sugiriéndolo todos los indicadores en especial salarios vs precios.
Dentro de una variación sobre el mismo tema, puedo afirmar que lo realmente preocupante es el cómo se darán las cosas durante la etapa final de la elección en general y en particular en la etapa de los resultados de ese importante proceso, en virtud de que por todos es sabido que el señor Lopitos siempre argumentó que le hicieron fraude en las dos elecciones previas a la de su triunfo en su tercer intento. No así cuando él ganó.
Para el suscrito lo que es preocupante que se pudiese dar es una inesperada “caída del sistema” como aquella de 1988 en el que le robaron la elección a Cuauhtémoc Cárdenas.
No debemos olvidar que el autor de ese fraude fue nada menos y nada más que el señor Bartlett; sí. el mismo que ahora está al frente de la CFE que es la empresa gubernamental, -y uno de los consentidos de Lopitos- que suministra la energía eléctrica a todo el país y con la cual los sistemas modernos de los cómputos distritales que es donde se validan los resultados electorales se realizan de manera cibernética. Cuidado pues dicen que lo que bien se aprende nunca se olvida:
¿Verdad que sí Manuel Bartlett?
Eso es lo que realmente debe preocuparnos pues es más fácil bajar el suitch desde la silla de mando de la CFE que cuando desconectó las computadoras siendo Secretario de Gobernación durante el sexenio de Miguel de la Madrid y que finalmente le diera el triunfo a Salinas de Gortari.
Suceso en el cual el ingeniero Cárdenas dio todo un ejemplo de civilidad política, pues fue un rumor a gritos que el Ejército Mexicano se puso a sus órdenes para evitar éste evidente fraude, a lo que el ingeniero Cárdenas se opuso según dicen, porque el país lo que menos necesitaba era un acto de tal violencia.
De tal magnitud.Esta administración es una administración como no ha habido otra en toda la historia de nuestro
querido México: engaños, mentiras, falsas promesas, prepotencia, y un cúmulo de insolencia y autocracia, pero sobre todo de locura, porque el poder absoluto no sólo corrompe absolutamente sino también enloquece, esto es lo que en síntesis es el balance personal de quien emborronó este espacio.