Aseguran migrantes que pagaban cuota en la Plaza Giordano Bruno

Redacción 

Tras el desalojo de más de 400 personas migrantes de la plaza Giordano Bruno, el Instituto Nacional de Migración (INM) reveló que los extranjeros afirmaron pagar una cuota a un dirigente territorial para tener un lugar en el campamento, que oscilaba entre los 200 y los 600 pesos.

El INM, con el apoyo de la Guardia Nacional y la policía de la Ciudad de México, llevó a cabo el operativo la noche anterior. Sin embargo, 16 horas después del desalojo, la dependencia aclaró los detalles del operativo. 

La Jornada preguntó si se presentó una denuncia contra la persona que presuntamente extorsionaba a los migrantes, pero hasta ahora no ha habido respuesta del Instituto.

En una “tarjeta informativa”, el INM informó sobre el retiro de 432 personas migrantes, incluyendo decenas de núcleos familiares con niños pequeños. Esta explicación se dio luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyera al INM a dar detalles sobre el operativo en su conferencia matutina.

Según el INM, bajo la dirección del comisionado Francisco Garduño, se realizaron “labores de convencimiento para trasladar a los extranjeros, en su mayoría venezolanos y haitianos, a albergues y espacios de la institución, con el objetivo de atender sus necesidades y regularizar su situación migratoria”. 

Se estableció comunicación directa con las 432 personas migrantes, de las cuales 83 aceptaron voluntariamente ser trasladadas a estaciones del INM en Morelos (76) y Estado de México (7). Nueve más fueron llevados a oficinas de regularización migratoria en la Ciudad de México, y siete fueron conducidos a un albergue en la capital.

El INM también informó que 99 extranjeros aceptaron recibir tarjeta de visitante por razones humanitarias (TVRH), regularizando su situación migratoria por un año. De estos, tres son de Brasil, uno de Chile, cuatro de Colombia, cinco de Ecuador, uno de El Salvador, 53 de Haití, tres de Honduras, tres de Nicaragua, uno de Perú y 17 de Venezuela.

Estas versiones contradicen los testimonios recabados anoche durante el desalojo, donde varios migrantes señalaron tener miedo y la falta de claridad sobre su destino.

El Instituto agregó que el resto de las personas migrantes decidieron retirarse por su propio pie debido a que contaban con documentos migratorios que acreditaban su condición regular en el país. Además, en el campamento también se encontraban personas mexicanas que lo ocupaban para pernoctar.

El campamento fue instalado hace más de dos años, debido a su cercanía con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, que procesa las solicitudes de asilo. El INM ha realizado varios desalojos similares, con al menos dos operativos el año pasado.

Con información de: La Jornada