Redacción
Este lunes, el gobierno de Canadá anunció la imposición de un arancel del 100 por ciento a la importación de vehículos eléctricos procedentes de China, así como un arancel adicional del 25 por ciento al acero y aluminio del gigante asiático.
La medida, que entrará en vigor el 1 de octubre de 2024, busca contrarrestar las políticas industriales de China, país que subvenciona a sus empresas en detrimento de sus competidores occidentales.
“Estamos transformando el sector del automóvil de Canadá para que sea un líder global de los vehículos del mañana. Pero algunos como China han decidido crear una ventaja injusta en el mercado mundial, poniendo en peligro la seguridad de nuestros sectores industriales críticos”, declaró el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, al anunciar la decisión.
Los aranceles canadienses igualan las tarifas impuestas recientemente por Estados Unidos, y su implementación sigue a una reunión entre Trudeau y Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense Joe Biden, celebrada horas antes del anuncio. Esta acción coordinada subraya la creciente preocupación en Occidente por las prácticas comerciales de China, que según los gobiernos de ambos países, no respetan las normas internacionales de competencia.
La decisión de Canadá también responde a presiones internas. El principal sindicato del sector del automóvil canadiense, Unifor, había exigido a principios de agosto la imposición de “estrictos” aranceles contra los vehículos chinos, argumentando que la competencia desleal de Beijing amenazaba el futuro de la industria automotriz nacional. “China no respeta las mismas reglas que otros países”, afirmó Trudeau, quien destacó que la medida se alinea con las acciones de otras economías globales, incluyendo la Unión Europea, que también está considerando aranceles a los vehículos eléctricos chinos.
El arancel del 100 por ciento se aplicará a una amplia gama de vehículos eléctricos, incluidos automóviles, camiones, autobuses y camionetas de reparto, así como a algunos modelos híbridos. Con esta medida, Canadá pretende proteger su sector automotriz y asegurar que las empresas nacionales puedan competir en condiciones equitativas en el mercado global.