Redacción
Este lunes, numerosas ciudades en Israel se vieron paralizadas por una huelga general convocada por el sindicato más grande del país, Histadrut, en solidaridad con las familias de los rehenes asesinados por Hamás.
La huelga fue una respuesta al hallazgo de los cuerpos de seis rehenes en Gaza, quienes fueron ejecutados tras casi 11 meses de cautiverio, según el Ejército israelí.
La protesta afectó gravemente al transporte y otros servicios esenciales. Autoridades locales, autobuses, tranvías, y hasta el aeropuerto internacional de Ben Gurion en Tel Aviv, suspendieron sus operaciones durante varias horas.
El tráfico aéreo se detuvo por completo durante dos horas antes de reanudarse a las 10:00 a. m. hora local. Además, puertos clave como Haifa, Ashdod, Eliad y Hadera también cesaron sus actividades, al igual que la Compañía Eléctrica de Israel y el Servicio Postal.
Instituciones educativas y financieras no quedaron exentas; 17 universidades, incluidas la Universidad Hebrea, la de Haifa y la Universidad de Ben Gurion, se unieron a la huelga, así como seis de los bancos más importantes del país. Los hospitales, por su parte, funcionaron de manera limitada, mientras que asociaciones empresariales permitieron que sus empleados participaran en la protesta.
Arnon Bar-David, presidente de Histadrut, había declarado que la huelga se mantendría hasta las 6:00 p. m. hora local, advirtiendo que no toleraría el “abandono” de los rehenes.
Sin embargo, el Tribunal Laboral de Israel en Tel Aviv ordenó que la huelga terminara a las 2:30 p. m. hora local, tras una solicitud del Fiscal del Estado que argumentó que se trataba de una huelga política, no relacionada con un conflicto laboral.
El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, también criticó la huelga, calificándola de política y fuera de la jurisdicción de Histadrut.
Mientras tanto, las protestas contra el gobierno de Benjamin Netanyahu continuaron escalando, con al menos medio millón de personas saliendo a las calles en Jerusalén y Tel Aviv. Los manifestantes exigen un acuerdo con Hamás para la liberación de los rehenes restantes y un alto al fuego. La policía detuvo a 29 personas en Tel Aviv por alteración del orden público, vandalismo y agresión a agentes durante las manifestaciones.
De los 251 secuestrados en los ataques de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, aún permanecen 97 cautivos en Gaza, con al menos 33 muertos confirmados. Las negociaciones para liberar a los rehenes se encuentran estancadas, con Netanyahu insistiendo en mantener la presencia militar israelí en el Corredor Filadelfia, un punto de discordia clave en las negociaciones con Hamás.