“Dolor de cabeza” ganaderos que no desechan bien sus residuos: Proespa

Gabriel Soriano

Aguascalientes, Ags.– La Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proespa) afirmó que uno de los principales contaminantes del Río San Pedro, así como de sus alrededores, son los establos, los cuales se han convertido en “un dolor de cabeza” para las autoridades ambientales.

Héctor Eduardo Anaya Pérez, titular de la Proespa, destacó que entre el 90 y 95% de la industria del estado contribuye al cuidado del medio ambiente, cumpliendo con sus obligaciones en materia de residuos, emisiones y descargas.

“Quizás, vamos a decir, en la parte del sector privado, quienes representan un área de oportunidad son las microempresas. Fábricas de quesos que, por desconocimiento de las disposiciones legales, no cumplen con el saneamiento de sus aguas residuales”, declaró.

Por ello, la Proespa ha comenzado procesos para imponer sanciones en los establos que no cumplen con las normativas. Estas sanciones forman parte de un esfuerzo mayor por mejorar el entorno ambiental en zonas urbanas que han crecido cerca de áreas pecuarias, lo que ha generado conflictos entre actividades agropecuarias y áreas habitacionales.

“Muchos de estos casos son por desconocimiento, pero nuestra labor es garantizar que se respeten las disposiciones ambientales”, señaló. Además, mencionó que, aunque se aplican sanciones, se ofrecen oportunidades para que los infractores se regularicen y lleguen a convenios, con el fin de no perjudicar la economía local.

Explicó que quienes no cumplan con las disposiciones oficiales enfrentan multas que pueden oscilar entre 2 y 20 mil UMAs, es decir, desde 217 hasta 2 millones 171 mil pesos, dependiendo de la capacidad económica del infractor.

Estas medidas también incluyen a fábricas de quesos y microempresas en la zona metropolitana de Jesús María, que han sido calificadas como “un dolor de cabeza” para las autoridades por su falta de cumplimiento.

“Como tenemos pequeños establos, también tenemos grandes establos. O las microempresas, como las tiseras. Sí, las fábricas de quesos. Nosotros, pues, lo hemos dicho públicamente: son nuestro dolor de cabeza, sobre todo en la parte de la zona metropolitana con Jesús María. Insisto, quizás por desconocimiento”, concluyó.