Redacción
El Congreso de la Ciudad de México aprobó la iniciativa presentada por el Jefe de Gobierno, Martí Batres Guadarrama, que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en la vía pública, medida que endurecerá las sanciones contra los comerciantes que incumplan estas regulaciones.
A partir del 4 de octubre, los vendedores que ofrezcan bebidas como las micheladas sin contar con los permisos necesarios, infringirán la Ley de la Cultura Cívica y el Código Penal para el Distrito Federal. Estas modificaciones fueron aprobadas por las Comisiones de Administración, Justicia Cívica y Defensoría Pública, y buscan regular la venta de alcohol en espacios públicos.
Uno de los aspectos más destacados de esta nueva ley es el aumento de las sanciones para quienes alteren o destruyan los sellos de clausura impuestos por la autoridad en negocios no autorizados. La pena de prisión para estos infractores incrementará en un 25%, y afectará tanto a empleados como a dueños de los locales.
Las sanciones incluyen arrestos de entre 25 y 36 horas, o bien la posibilidad de cumplir hasta 18 horas de trabajo comunitario. En caso de reincidencia o violación de clausuras, los responsables podrían enfrentar penas de cárcel que varían entre seis y 12 años.
Además, las multas para quienes operen sin autorización oscilan entre los dos mil 171 y tres mil 257 pesos, equivalentes a 21 y 30 Unidades de Medida y Actualización (UMA). Sin embargo, esta medida no afectará a quienes cuenten con permisos para operar en ferias o festivales.
Martí Batres señaló que esta reforma es clave para mantener el orden en la ciudad y evitar la venta indiscriminada de alcohol en lugares no autorizados, lo cual, según el mandatario, contribuye a problemas de seguridad pública. Con la aprobación de esta ley, se busca reforzar las medidas de control y evitar que la venta ilegal de alcohol genere desórdenes o incidentes en zonas concurridas.
“Queremos un mayor control sobre la venta de alcohol en la vía pública. Esta medida es para proteger a los ciudadanos y evitar que se fomente la delincuencia y el desorden”, afirmó Batres.