Nobel de Economía reconoce estudios sobre desarrollo de los países

Redacción 

Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson ganaron el Premio Nobel de Ciencias Económicas por sus investigaciones que explican por qué los países con instituciones explotadoras y un pobre Estado de derecho no logran un crecimiento económico sostenible. 

El comité del Nobel de la Academia Sueca de Ciencias destacó que los laureados “han demostrado la importancia de las instituciones sociales para la prosperidad de un país”, durante el anuncio hecho en Estocolmo.

Acemoglu y Johnson, profesores en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y Robinson, investigador en la Universidad de Chicago, han dedicado su trabajo a analizar cómo las instituciones influyen en el éxito o fracaso de las naciones. “Las sociedades con un pobre Estado de derecho y que explotan a su población no generan crecimiento o cambios a mejor”, subrayó el comité.

Jakob Svensson, presidente del Comité del Premio en Ciencias Económicas, resaltó que reducir las enormes diferencias de ingresos entre países es uno de los mayores desafíos de la actualidad. “Los laureados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo”, dijo.

La investigación de los tres economistas ha ofrecido una comprensión más profunda sobre las causas que explican por qué algunos países fracasan mientras otros prosperan. Uno de los ejemplos clave de su trabajo es la ciudad de Nogales, dividida entre Estados Unidos y México, que ilustra cómo las diferencias institucionales pueden generar desigualdades económicas drásticas en zonas geográficamente similares.

Daron Acemoglu, de 57 años y originario de Turquía, se encontraba en Atenas, Grecia, participando en una conferencia cuando recibió la noticia. “Uno nunca espera algo como esto”, expresó sorprendido.

En una llamada telefónica con el comité del Nobel y periodistas en Estocolmo, Acemoglu destacó la importancia de las instituciones democráticas para el desarrollo. “Creo que nuestro trabajo favorece a la democracia, aunque no es una panacea. Introducir la democracia es difícil y, en ocasiones, genera conflictos”, explicó.

Sobre el crecimiento económico de países como China, Acemoglu señaló que los regímenes autoritarios enfrentarán dificultades para alcanzar innovación sostenible a largo plazo.