Redacción
Kristi Noem, gobernadora de Dakota del Sur y firme aliada de Donald Trump, se perfila para liderar el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, donde intensificaría la lucha contra la migración indocumentada y los cárteles de la droga. Su posible nombramiento, aún pendiente de confirmación, se da en el contexto de una política fronteriza reforzada que incluye la designación de Tom Homan como “zar fronterizo”.
Noem, quien ganó la reelección con amplio respaldo en 2022, se ha caracterizado por su lealtad a Trump y sus posturas antiinmigrantes. Durante su gestión, ha criticado ferozmente la política migratoria del presidente Joe Biden y ha asegurado que Estados Unidos está viviendo “una invasión”. Entre sus medidas propuestas está el uso de alambradas de púas en la frontera sur, un apoyo que ofreció al gobernador de Texas, Greg Abbott, durante sus tensiones con el gobierno federal.
“Dakota del Sur no recibirá migrantes indocumentados que la administración Biden quiere reubicar”, ha dicho la gobernadora en declaraciones pasadas. “Mi mensaje a los migrantes indocumentados: llámenme cuando sean estadounidenses”.
La gobernadora también ha enviado miembros de la Guardia Nacional de Dakota del Sur a la frontera, argumentando que la situación allí es “una zona de guerra”. Ha acusado a la administración Biden de “rehacer” el país y advirtió que, de seguir así, “en uno o dos años seremos Europa”.
Con respecto a los cárteles de la droga, Noem ha señalado que “los 50 estados de Estados Unidos tenemos un enemigo común: los cárteles mexicanos de las drogas”. Los ha acusado de “emprender una guerra contra nuestra nación” y perpetuar la violencia en cada estado, incluida Dakota del Sur.
Noem también se ha distinguido en temas nacionales controvertidos. Durante la pandemia de COVID-19, fue noticia por rechazar la obligatoriedad del cubrebocas en su estado, defendiendo la libertad individual ante la regulación estatal.
Sin embargo, Noem no está exenta de controversia. En su libro No Going Back, reveló que tuvo que sacrificar a su perro, Cricket, al considerarlo “imposible de entrenar”, lo que generó indignación pública y enfrió su relación con Trump. Noem argumentó que el acto demuestra que está dispuesta a enfrentar situaciones difíciles, aunque el episodio afectó su imagen.
Noem también fue una firme defensora de la prohibición de viajes desde países musulmanes durante la primera administración de Trump, alineándose con políticas de línea dura en temas migratorios y de seguridad.