Gabriel Soriano
Aguascalientes, Ags.- La Dirección de Regulación Sanitaria del Instituto de Servicios de Salud del Estado, (ISSEA) mantiene un estricto monitoreo en establecimientos de comida para evitar que las grasas y aceites sean desechados en las alcantarillas, ya que esto podría ocasionar bloqueos en el drenaje, inundaciones y daños a la infraestructura hidráulica.
Faustino Piñón Ramos, titular de Regulación Sanitaria, explicó que dentro de las inspecciones regulares se revisa no solo la calidad de alimentos y bebidas, sino también que los sistemas de drenaje de estos negocios estén equipados con trampas de grasa para evitar que los residuos lleguen a las alcantarillas.
“Nosotros vigilamos que los establecimientos fijos cuenten con trampas de grasa. Por ejemplo, en la feria detectamos negocios que no las tenían, lo que provocó obstrucciones. En esos casos trabajamos con el municipio y con INAGUA para realizar desazolves y fomentar la responsabilidad de los propietarios”, indicó el burócrata.
Cuando los establecimientos no cumplen con estas medidas, se imponen sanciones que pueden incluir desde la suspensión de actividades hasta el aseguramiento de productos en malas condiciones. Las primeras acciones suelen ser ejecutadas por las autoridades municipales, de acuerdo con el Código Municipal de Aguascalientes, que estipula multas de 51 a 100 UMA, equivalentes a entre 5,300 y 10,000 pesos, dependiendo del tamaño del negocio.
Más adelante comentó la importancia de que los propietarios de restaurantes y comercios relacionados prioricen el manejo adecuado de residuos e instalen trampas de grasa para evitar afectaciones al sistema de drenaje público y, por ende, a la ciudadanía.
“Es fundamental que todos contribuyamos a cuidar la infraestructura hidráulica. La responsabilidad empieza en los negocios y termina beneficiando a toda la comunidad”, concluyó Piñón Ramos.