Redacción
Ciudad de México.-Los perros o “lomitos” son sin duda compañeros fundamentales en la vida de muchas personas, por lo que resulta obvio que también sean parte de la literatura.
Varios escritores han tomado de inspiración al conocido como “mejor amigo del hombre” para crear poemas, novelas y cuentos, con lo que la lista es amplia en lo que se podría catalogar en un género en sí mismo.
En esta ocasión, repasamos algunos libros donde los amantes de los perros pueden sentirse identificados o simplemente conocer otro ángulo del cariño por estos animales de compañía que la literatura ofrece en distintas historias donde incluso toman voz y decisiones más que humanas.
La llamada de lo salvaje (1903), escrito por Jack London
Esta es una novela corta del escritor estadounidense Jack London.
En ella, se aborda la historia de un perro llamado Buck, cuyos instintos primitivos vuelven tras una serie de sucesos que le ocurren cuando lo ponen a tirar de un trineo en el Yukón durante la fiebre del oro que tuvo lugar en el siglo XIX en la frontera entre Canadá y Alaska.
Es la novela más conocida de Jack London, que fue llevada al cine en 2020 con protagonistas de la talla de Harrison Ford y Karen Gillan, aunque en televisión tuvo ya algunas versiones en formato de serie en 1997 y 2009.
Aunque originalmente forma parte del famoso compendio conocido como “Novelas ejemplares” de Cervantes, se han realizado ediciones independientes del texto.
La idea central de la obra es la conversación entre Cipión y Berganza, dos perros guardianes del Hospital de la Resurrección de Valladolid y que adquieren la capacidad de hablar durante las noches.
Durante el relato, Cipión explica la experiencia con los distintos amos que ha tenido (haciendo a veces referencias a otra obra muy famosa de la época, el Lazarillo de Tormes) recorriendo distintas ciudades del sur de España hasta llegar a Valladolid.
Entre las novelas de perros, quizá es una de las más antiguas del género y más fáciles de leer por su corta extensión.
Flush (1933), escrito por Virginia Woolf
La escritora británica ofrece sus mejores recursos narrativos en este trabajo donde el protagonista, un can de nombre Flush, de raza cocker spaniel que la escritora Mary Russell regala a su amiga Elizabeth Barret.
Flush debe viajar de una apacible granja donde la pasa bien, al estruendo y el caos de Londres durante la época victoriana.
¿Fue él? (1987) escrito por Stefan Zweig
Esta novela corta, con tintes de celos, intriga y dolor a pensarse en soledad fue publicada muchos años después del suicidio del escritor alemán y lejos de la censura nazi que rondaba a Zweig.
La rabia y la violencia pueden conducir a una venganza que agrava, si cabe aún más, diversos sentimientos negativos, enérgicos y de cólera.
En esta historia, la mascota de la pareja protagonista, de nombre Ponto y de raza bulldog, tiene un papel preponderante que sorprenderá al lector.
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Los perros duros no bailan (2018), escrito por Arturo Pérez Reverte
Protagonizada por 3 lomitos, “El Negro”, “Teo” y “Boris”; esta terna de animales callejeros salen de su zona habitual para enfrentar todo tipo de aventuras.
“El Negro”, un perro de peleas retirado, sospecha de la desaparición de “Teo” y “Boris”, por lo que decide enfrentar su pasado en busca de sus amigos.
Pérez-Reverte narra con increíble maestría la aventura de un perro en un mundo diferente al de los humanos, donde las convenciones sociales no existen, además de convertirse en un gran texto que cabe en el género de la novela negra y policíaca.
Con información de Excélsior