Redacción
Italia.-Los jóvenes homosexuales podrán convertirse en sacerdotes en Italia, pero no si “apoyan la llamada cultura gay”, según las nuevas normas, muy restrictivas, publicadas por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) y aprobadas por el Vaticano.
Si bien subrayan la importancia del celibato, estas nuevas reglas, que entraron en vigor el jueves, abren la puerta de los seminarios a los gays, excepto si hacen de su homosexualidad un estandarte, lo que de hecho los obliga a ocultar su orientación sexual.
En cuanto a las personas con tendencias homosexuales que se orientan hacia el seminario o descubren tal situación durante su formación […], la Iglesia, respetando profundamente a las personas en cuestión, no puede admitir en el seminario o en el sacerdocio a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o apoyan la llamada cultura gay”, recoge el documento de 68 páginas.
Estas reglas recuerdan la política del “Don’t ask, don’t tell” (No preguntes, No digas) aplicada durante años por el ejército estadunidense, que obligaba a los soldados gays a vivir con el temor de ser expulsados si eran descubiertos.
Mientras que las leyes que despenalizan la homosexualidad y legalizan las uniones homosexuales se generalizaron en Occidente, la Iglesia Católica todavía no se ha puesto al día en ese asunto.
El papa Francisco utilizó dos veces en 2024 un término vulgar e insultante hacia los gays, aconsejando a los homosexuales que deseen ser sacerdotes acudir a un “psicólogo”.
En junio, durante un encuentro privado con 200 sacerdotes en la universidad Pontificia Salesiana de Roma, el papa argentino usó el término “frociaggine”.
Esta palabra, que pertenece al dialecto de Roma, es difícil de traducir. Es un derivado de “frocio”, insulto que significa “maricón” en romano y que se refiere de manera peyorativa a un ambiente condicionado por “maricones” o “afeminados”.
En el Vaticano hay un ambiente de ‘frociaggine'”, dijo el papa, según la agencia de noticias italiana Ansa.
“Los gays son buenos chicos, y buscan al Señor. Pero es mejor orientarlos hacia un buen padre espiritual, hacia un psicólogo”, en lugar de aceptarlos en el seminario, agregó, según el diario italiano Corriere della Sera.
A finales de mayo, Francisco se disculpó por haber utilizado por primera vez este término durante un encuentro a puerta cerrada con obispos italianos, y El Vaticano aseguró que nunca había tenido la intención de ofender ni de expresarse con comentarios homófobos.
Esos comentarios fueron recogidos por medios de comunicación de todo el mundo, provocando decepción e indignación en las asociaciones defensoras de los derechos del colectivo LGTB+.
¿Por qué no hay sacerdotes gais?
La Iglesia Católica, basándose en su doctrina y enseñanzas tradicionales, establece criterios específicos para la admisión al sacerdocio, especialmente en relación con la homosexualidad.
Según la “Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas”, publicada por la Congregación para la Educación Católica en 2005, la Iglesia no admite al seminario ni a las órdenes sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas o sostienen la llamada cultura gay.
Esta posición se fundamenta en varios aspectos:
- Doctrina Moral: La Iglesia distingue entre actos homosexuales y tendencias homosexuales. Considera que los actos homosexuales son intrínsecamente inmorales y contrarios a la ley natural, basándose en la Sagrada Escritura y la Tradición. Aunque reconoce que las tendencias homosexuales no son en sí pecaminosas, las califica de objetivamente desordenadas.
- Madurez Afectiva y Paternidad Espiritual: La formación sacerdotal requiere una madurez afectiva que permita al candidato relacionarse adecuadamente con hombres y mujeres, desarrollando un sentido de paternidad espiritual hacia la comunidad eclesial. La Iglesia considera que las tendencias homosexuales profundamente arraigadas pueden obstaculizar esta madurez necesaria para el ministerio sacerdotal.
- Testimonio y Escándalo: La Iglesia busca que sus ministros sean modelos de vida cristiana. La presencia de tendencias homosexuales en el clero podría, según la Iglesia, generar confusión entre los fieles y potencialmente escándalo, afectando la credibilidad y el testimonio de la Iglesia en temas de moral sexual.
Aunque la Iglesia enfatiza el respeto y la dignidad de las personas con tendencias homosexuales mantiene que características personales, como la homosexualidad, son incompatibles con el llamado al sacerdocio.
Esta postura ha sido reafirmada en diversas ocasiones, incluyendo declaraciones del Papa Francisco, quien ha reiterado la prohibición de admitir a hombres homosexuales en los seminarios y en el sacerdocio, enfatizando la necesidad de una formación adecuada y coherente con la doctrina de la Iglesia.
La Iglesia Católica no acepta a personas homosexuales profundamente arraigadas en el sacerdocio debido a consideraciones doctrinales, pastorales y de coherencia con su enseñanza moral, buscando preservar la integridad y el testimonio de su ministerio sacerdotal.
Con información de AFP.