El futuro de los tradicionales teléfonos celulares permanece en duda. Las razones son diversas: innovación per se, agotamiento de un formato estancado o simplemente, adelantarse a un cambio en los gustos y preferencias.
Más allá de corporaciones, también algunas personas influyentes dentro de la tecnología se han mojado argumentando que el móvil tiene las horas contadas y no son cualquiera: algunos de ellos ya se adelantaron a su tiempo para desarrollar el sistema operativo por excelencia para los PC o las redes sociales tal y como las conocemos hoy.
Por ejemplo, Elon Musk habla alto y claro en su perfil de X/Twitter: ‘En el futuro no habrá smartphones, solo Neuralinks’, declaraba el pasado verano. ¿Qué es eso de Neuralink? Un wearable para el cerebro que lee y escribe información en el que la mano derecha de Donald Trump lleva años trabajando, lo que permite manejar dispositivos con tus pensamientos, sin tener que tocar nada.
Bill Gates, de la todopoderosa Microsoft que lleva reinando en los ordenadores personales décadas, vaticinó en 2022 que lo que sustituirá a los móviles son los tatuajes electrónicos. La empresa que llamó su atención fue Chaotic Moon, (adquirido por Accenture en el año 2015), tanto es así que decidió invertir en ella.
Mark Zuckerberg, creador de Facebook y CEO del emporio de Meta, es uno de los más fervientes creyentes de la pérdida de protagonismo del móvil y además que esto será más pronto que tarde. Así, declaró que en 2030 ya no sacaremos tanto el smartphone del bolsillo porque haremos todo desde las gafas.
El fundador de Facebook las gafas de realidad aumentada se convertirán en la próxima gran plataforma después de los teléfonos. Ese cambio de paradigma implicará que dentro de 10 años ‘muchas personas ya no llevarán sus teléfonos consigo, usarán sus gafas para todo’.
Con información de Xataka.