Excélsior
Aguascalientes.- De acuerdo con la última encuesta de las ciudades más habitables de México, elaborada por el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE ), Aguascalientes está dentro de las ciudades con mayor desarrollo humano y satisfacción.
La encuesta fue aplicada a 30 mil 400 adultos vía telefónica entre junio y julio pasados, y tiene una confianza de 95% para determinar la calidad de vida. Los entrevistados evaluaron centros de diversión, museos, convivencia sana, belleza natural, vivienda, escuela, aire limpio y movilidad, entre otros factores.
La evaluación midió los servicios municipales, desazolve, pavimento, fugas de agua, ambulantaje, parques y basura, vialidades, turismo, salud, actividad física, negocios, cultura, construcción, web y WiFi.
Al respecto, Ramiro Alemán López, sociólogo de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, consideró que para impactar en la percepción de la población del lugar donde vives es necesario sumar muchos aspectos positivos.
“Podemos destacar los aspectos ciertamente del crecimiento de la población hasta aspectos económicos y políticos, pero también culturales; la cultura es muy importante porque a través de ella se forma la percepción de satisfacción o insatisfacción del lugar donde se vive”.
Señaló que si se toma como punto de percepción la cultura, la visión que las personas tienen del desarrollo de su propia familia y la percepción del futuro a largo plazo, Aguascalientes tiene elementos interesantes en estos temas.
“Desde esa perspectiva, pienso que explica el porqué en encuestas Aguascalientes es percibido como un lugar adecuado para vivir, para desarrollar la familia, para tener trabajo, para un entorno educativo sano, un crecimiento con condiciones favorables en servicios, una buena percepción de la acción política, de la seguridad”.
Hay ciertos impactos para determinar la percepción de si se vive en el lugar correcto, como la seguridad.
“Si es un lugar seguro, si la delincuencia tiene una acción contestataria del Estado y si éste puede controlar a la delincuencia; si es un lugar donde uno puede criar a los hijos con cierta seguridad; una cierta perspectiva de desarrollo escolar, para obtener trabajo; de mantener una convivencia sana entre la población. Entonces, esto se va configurando y en cada década hay una variable que nos hace sentir que estamos en el lugar correcto”.
Considera que Aguascalientes, al ser una ciudad pequeña y central, la convivencia política es más abierta. Para el investigador, aún falta mucho por hacer en esta ciudad para evitar que, con la llegada de personas de otras partes del país, se pierda la estabilidad en la localidad.
CON CALIDAD DE VIDA
Antonio Guerrero Hernández llegó a vivir a Aguascalientes hace 27 años, cuando lo invitaron a trabajar en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Cuando concluía la maestría, ya se había venido la gente del Inegi a Aguascalientes, y uno de mis antiguos colegas me invitó; yo deseaba salirme de la Ciudad de México. De hecho, estudié la descentralización y me convencí de esa necesidad; surgieron opciones, pero la más atractiva para mí fue Aguascalientes”.
Guerrero admite que al principio no fue sencillo dejar todo y llegar a una ciudad desconocida, donde incluso existía rechazo por la gente de otros lugares, pero sus amigos lo motivaron a cambiar de residencia a la ciudad que hoy es su hogar.
“Más bien fue el entusiasmo de mis amigos que llegaron antes, y se compara la Ciudad de México con el tráfico, tantas dificultades, aunque es una ciudad con muchos atractivos en la vida urbana: llegar a un fraccionamiento nuevo a orillas de la ciudad, con un poco de rechazo, pues no era tan cómodo, pero veníamos en grupo y eso facilitó la integración”.
Antonio tiene cuatro hijos, tres de ellos ya nacieron en Aguascalientes. Dice que la ciudad es una de las mejores para vivir por su desarrollo humano superior.
“Aprendí a conocer Aguascalientes. Vine porque la oferta del Inegi era mejor que la Universidad de Guerrero o el Colegio Mexiquense, pero al paso de los años veo que Aguascalientes es un lugar muy vivible, muy a gusto, la gente es amable, respetuosa, se vive en paz y, bueno, ya habían pasado mis años festivos.
“Hay una buena oferta para los niños: futbol, piano. Con mis hijos he ensayado varias cosas”.
En la Ciudad de México hay una oferta mucho mayor de actividades, pero las distancias son fatales e impiden tener buena calidad de vida. “Cuando estudié, me trasladaba a la Ciudad de México desde el Estado de México y hacía hasta dos horas; es como venir de Zacatecas a Aguascalientes o ir a León; es tremendo el tiempo que se pierde”.
“Lo cotidiano siempre es más grato en Aguascalientes; por ejemplo, si no repartiera a los hijos podría venirme caminando al trabajo; es algo muy diferente”.
Antonio se ha integrado. Sus amigos son gente del trabajo que, como él, tuvo que cambiar de residencia, pero también gente de aquí. “Con las personas de aquí me llevo bien; son mis amigos, nos vemos un rato los sábados y así, igual mis hijos, sus amistades son de aquí”.
Algo que permite a las personas tener una mayor calidad de vida es la tranquilidad, y Aguascalientes está catalogada como una de las ciudades más seguras del país.
“LA GENTE ES LO MÁS VALIOSO”
Julio Reza , director de Relaciones Públicas de la Universidad Panamericana Campus Bonaterra, precisó que Aguascalientes se presta para la llegada de extranjeros, dada la calidad de vida
“Dado que el costo de vida , la seguridad , las distancias , los servicios creo que son muy buenos para alguien que viene de una ciudad a lo mejor no tan grande, como alguna capital del otro lado del mundo, de alguna manera he visto que las condiciones son aptas para moverse de una manera cómoda, para adquirir una serie de servicios y de bienes a costos relativamente accesibles”.
Aunque no hay datos sobre la cantidad de gente de otros estados que ha llegado a vivir aquí, la mayoría emigró a esta capital por la percepción de seguridad, según Antonio Rodríguez, quien es uno de los nuevos habitantes que dejó todo luego de haber sido secuestrado para rehacer su vida.
“A mí me secuestraron y dejé todo. Me traje a mi familia porque aquí es más tranquilo y seguro”.
Para Inés Hernández Cortina, quien ha tenido la oportunidad de vivir en diferentes partes del mundo, la calidad de la gente es lo más valioso que tiene Aguascalientes, además de su ubicación
“Lo más valioso que he visto, además del vivir a gusto en la ciudad, es la calidad de la gente. Creo que sí hacen honor a eso que te encuentras escrito en muchos lugares de la ciudad: que llegan a la tierra de la gente buena”.