Redacciónn
Pese a las recientes declaraciones de Claudia Sheinbaum, quien señaló el jueves que aún no está definida la aprobación de las iniciativas propuestas por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador reafirmó ayer su compromiso de aprobar la reforma al Poder Judicial antes de concluir su mandato.
El Presidente aseguró que los cambios necesarios para que jueces, ministros y magistrados se sometan a votación popular se concretarán en septiembre, su último mes en el cargo. Este anuncio se produce en medio de una respuesta negativa en la Bolsa de Valores y la depreciación del Peso frente al dólar.
López Obrador insistió en que las reformas serán aprobadas con el respaldo de la mayoría calificada que Morena y sus aliados obtuvieron en las elecciones del pasado 2 de junio. Esto contradice las declaraciones de Sheinbaum, la virtual Presidenta electa, quien afirmó que aún no hay un proceso definido para avanzar con el paquete de iniciativas en la Cámara de Diputados.
En su conferencia de prensa, AMLO pidió el inicio inmediato de la discusión sobre la reforma al Poder Judicial, asegurando que no dificultará la transición a la futura Presidenta.
“Sí, sí, sí, porque ya debería de empezar a hablarse,” respondió al ser cuestionado sobre la viabilidad de aprobar la reforma durante su gobierno.
Dirigiéndose a los promotores del nerviosismo en los mercados, el Presidente subrayó que la justicia prevalece sobre los intereses económicos.
“Es que la justicia está por encima de los mercados”, afirmó. Añadió que la gente apoya estos cambios, reflejados en el mandato de las urnas del pasado domingo.
Ante preocupaciones sobre posibles dificultades en la transición para Claudia Sheinbaum, AMLO fue contundente: “No, ¿por qué? Si ella, según tengo entendido, lo planteó en su campaña. ¿O no lo planteó?”
López Obrador enfatizó que la aprobación de estas reformas es un mandato popular y cuestionó a quienes se oponen a que el pueblo elija a los jueces, magistrados y ministros, afirmando que “el que nada debe, nada teme”.
Finalmente, el Presidente admitió que fracasó en sus intentos previos de limpiar el Poder Judicial a través de los juzgadores actuales, reforzando así la necesidad de esta reforma.