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Brasilia.- El senador Ronaldo Caiado, participa durante una sesión de votación del informe de juicio político contra la suspendida presidenta, Dilma Rousseff, en el plenario del Senado. Foto Xinhua
En las primeras horas de la madrugada de este miércoles, el Senado de Brasil aprobó la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, que queda a un paso de perder su mandato.
Portales de varios medios en internet, así como la agencia Afp, han confirmado la decisión de los senadores brasileños.
El sometimiento de Rousseff a juicio de destitución es la última escala previa a la decisión que a fin de mes podría poner fin al ciclo de más de 13 años de la izquierda en el poder.
Mientras los Juegos Olímpicos de Río 2016 captan la atención de los brasileños, que al igual que el resto de Sudamérica por primera vez pueden ver a la élite del deporte mundial en sus tierras, todos daban por hecho que el Senado daría un fuerte respaldo al impeachment contra la primera mujer presidenta de Brasil. Tal como ocurrió.
Ahora la presidenta sólo tendrá una última oportunidad para evitar ser destituida, acusada de haber violado la Constitución al aprobar gastos sin la venia del Congreso y suscribir decretos para financiar al Tesoro con la banca pública, sobre todo en su campaña de relección de 2014, Además de perder su mandato, podría quedar inhabilitada para ejercer cargos públicos por ocho años.
“La presidenta está cada vez más aislada, un aislamiento muy acentuado, que se agravó en las últimas semanas y que incluye hasta su propio partido. No tengo ninguna duda de que, al igual que en el juicio definitivo, la votación será a favor del impeachment y será destituida”, dijo a la Afp el senador Aloysio Nunes, del PSDB y líder del frente oficialista de Temer.
En la otra orilla, la senadora Vanessa Grazziotin, aliada a Rousseff, había advertido: “Lo van a conseguir con bastante facilidad. No tenemos muchas expectativas”, dijo.